Calar Alto se abre al público: más de 4.300 visitantes en 2022

El observatorio astronómico de Los Filabres es un centro de referencia internacional

Imagen de archivo del Observatorio de Calar Alto.
Imagen de archivo del Observatorio de Calar Alto. La Voz
Mª Ángeles Arellano
13:52 • 10 ene. 2023

El Observatorio Astronómico de Calar Alto, ubicado en la Sierra de Los Filabres, es uno de los centros de referencia a nivel internacional pero también es desconocido e ignorado por buena parte de la provincia de Almería. 



Una realidad, esta última, que se quiere cambiar en estos últimos años a través de varias acciones de divulgación que se organizan entorno al observatorio. Una de ellas es abrir este centro a la sociedad y que esta conozca las instalaciones, así como el trabajo que se desempeña en él. 



Y con este objetivo, la empresa Azimuth Educación y Turismo Científico, con la que colabora el Observatorio de Calar Alto desde 2016, ha diseñado y protocolizado una variedad de actividades divulgativas, educativas y experiencias turísticas mediante las cuales trasladar la imagen del observatorio almeriense al conjunto de la sociedad. 



Durante el pasado año, casi se alcanzan los valores de asistencia pre-pandemia con más de 4.350 visitantes, procedentes de todos los rincones de la geografía nacional, así como una creciente demanda por parte de visitantes extranjeros, según destacan desde la empresa Azimuth. Durante 2022, se han realizado un total de 186 visitas educativas y experiencias astronómicas turísticas, cifra que lo convierte en el año con más actividades realizadas.



A lo largo de estos prácticamente 7 años, este proyecto ha abierto ya las puertas a más de 33.000 personas que han utilizado "servicios de transporte, de alojamiento y de restauración de toda la zona de influencia de la Sierra de Los Filabres y de la provincia de Almería, generando un importante impacto económico en el territorio". "Desde el comienzo de la colaboración público-privada que vincula Calar Alto con Azimuth, de media una vez cada 1,6 días alguien ha subido a Calar Alto para realizar actividades educativas o para realizar una actividad de divulgación científica en el marco del turismo astronómico y científico, y todo ello siempre en grupos de tamaño reducido para ofrecer la mejor calidad y atención", destaca la citada empresa.



Actividades
Cualquier centro educativo o universitario puede visitar el Observatorio de Calar Alto durante el curso académico, teniendo además la posibilidad, especialmente el alumnado de Primaria y Secundaria, de complementar su paso por el observatorio de disfrutar de talleres de observación solar, espectaculares experimentos de óptica o experiencias de realidad aumentada en ciencias planetarias, realizadas con el equipamiento didáctico más puntero.



"Pero igualmente, a través del programa de actividades divulgativas y de turismo astronómico y científico accesible mediante la compra anticipada de entradas a través de la página web de Azimuth, cualquier persona que quiera conocer el observatorio dispone de la posibilidad de realizar una visita diurna, que entre otras cosas nos va a llevar al corazón del observatorio, accediendo a un espacio de tan restringido acceso como la planta donde se encuentra el mayor telescopio óptico del observatorio y del continente europeo, el 3.5 m, cuyo funcionamiento y ciencia nos va a explicar un astrónomo o astrónoma del equipo de Azimuth", destacan desde la empresa que gestiona este programa de actividades.



Además, a través de las actividades 'Descubre el cielo de Calar Alto' o 'Descubre la Luna desde Calar Alto' se puede mantener contacto con el cielo estrellado y conocer sus secretos de la mano de los astrónomos del equipo de Azimuth con la observación astronómica con telescopios portátiles de gran tamaño y última generación.


Pero aún hay más. "La apuesta y el compromiso de Calar Alto con la divulgación científica se evidencian al haber permitido que un recurso científico como el telescopio profesional de investigación de 1.23 m, pueda ser configurado para realizar observación visual, es decir mirar a través del instrumento tal y como lo haríamos a través de un telescopio doméstico, aprovechando así las pocas noches en las que no tiene utilización científica para realizar una experiencia única en Europa", explica  Azimuth.


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