Almería es punta de lanza en Europa de la agricultura ecológica

En apenas dos años este modelo ha crecido en un 70 por ciento en una provincia que es ejemplo de sostenibilidad

La polinización natural fue el primer paso en la generalización del control biológico en Almería.
La polinización natural fue el primer paso en la generalización del control biológico en Almería.
Agricultura 2000
21:29 • 16 oct. 2017

Lo que empezó siendo la apuesta de un grupo de productores se ha convertido en el objetivo de todo el sector hortofrutícola almeriense. La provincia inició hace casi dos décadas el camino de la producción integrada, pero ahora afronta un paso más, decisivo en el posicionamiento en los mercados.


Los datos elaborados por la Junta de Andalucía reflejan claramente esa apuesta e indican que en sólo dos años, de 2015 a 2017, la superficie dedicada a la agricultura ecológica se ha incrementado en un 70 por ciento y colocan a la provincia a la cabeza del sector bío en cuanto al número de operadores ecológicos con cerca de 3.000.


Control biológico
El movimiento hacia la sostenibilidad ha hecho que en apenas cinco años en más del 80 por ciento de las explotaciones en invernaderos se haya generalizado el control biológico de plagas, arrinconando cada vez más el uso de pesticidas, cuyo consumo ha caído en picado.




El avance es significativo y coloca a la agricultura almeriense como un claro ejemplo de sostenibilidad y seguridad alimentaria Europa. Recientemente la Comisión Europea ha lanzado una advertencia a los Estados miembros de la Unión por el escaso nivel de aplicación de la normativa para un uso sostenible de los pesticidas, pero en el caso de Almería el nivel de cumplimiento es muy alto y afecta a la gran mayoría de los cultivos en invernadero, más de 26.000 hectáreas de las 30.000 existentes.


La sostenibilidad que promueve e impone la Comisión dispone en el caso de Almería de claros ejemplos de aprovechamiento óptimo de los recursos y de eficiencia en el modelo productivo. Cuestiones como la alta productividad del agua, cuyo consumo se ha recudido casi en un 80 por ciento en los últimos años, o el hecho de que más del 90 por ciento de la energía utilizada provenga directamente del sol, suponen una gestión ambiental más eficiente que en el resto de zonas productoras europeas.




Lo reconocía incluso el embajador de Holanda, considerada un referente en innovación y tecnología agraria, Matthijs van Bonzel, que en un encuentro con el sector agrario almeriense afirmaba que Almería “gasta 22 veces menos energía que Holanda en sus cultivos”, o que el consumo de agua por hectáreas “se ha bajado de 60 litros por unidad de cultivo a sólo 4 en unos pocos años”.


Es el camino elegido por el sistema productivo de la provincia, que engarza perfectamente con las demandas de los consumidores y con las exigencias de las grandes cadenas de distribución.





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