La caída de la superficie cultivada de melón en Almería hace tiempo que dejó de ser un secreto. Desde el sector se han lanzado afirmaciones de todo tipo para darle una explicación a esta situación, que afecta a la capacidad de las empresas almerienses de tener un abanico amplio de productos para surtir al cliente: que el desarrollo varietal no ha sido el óptimo, que otras zonas productoras presionan y estrechan el calendario del melón almeriense en el mercado o que no ha habido apuestas firmes por diferenciar la producción de melón, como si ha ocurrido con la sandía.
Sea por estas razones o por otras distintas, las cifras reflejan que cada vez más agricultores no incluyen el melón entre sus opciones para la campaña: la superficie de este cultivo en Almería pasó de ocupar 6.380 hectáreas en el año 2010 a tan solo 2.340 en la campaña 2016/2017. Las estimaciones de la campaña actual también apuntan a que la superficie destinada a esta cucurbitácea cada vez es menor.
La campaña de este año está siguiendo la tendencia de ejercicios anteriores. El volumen de comercialización de todas las tipologías de melón ha caído este año en Almería: melón Galia, melón Cantaloup, piel de sapo, etc. Todas, excepto una forma de comercialización: el melón ecológico.
El análisis de la cantidad de producto realizado por Coexphal hasta la fecha del 31 de mayo de 2018 indica que este año el volumen comercializado de melón ecológico hasta el 31 de mayo en Almería han sido 223.227 kilos, lo que implica una subida del 153% con respecto a los datos del año anterior.
¿Significa esto que el melón ecológico puede ser la alternativa para recuperar este cultivo en la provincia? Fuentes del sector no lo ven tan claro. El presidente de Biosol Portocarrero, Francisco Alejo, afirma que "es muy difícil que el cultivo del melón en la provincia vuelva a ser el de antes". Esta empresa con sede en la carretera de San José produce aproximadamente 200 hectáreas en ecológico, de las cuales "hemos destinado seis a la producción de melón orgánico".
"Cuando tienen que hacer sus compras de 'fruta de agua' -sandía y melón-, las cadenas de supermercados apuestan por la sandía frente al melón en Almería", explica Francisco Alejo, que añade que "por el momento, nuestros clientes no van a equiparar la presencia de frutas y hortalizas convencionales y ecológicas en sus establecimientos, por lo que el margen de crecimiento es reducido".
El presidente de Biosol Portocarrero señala otra de las amenazas que debilitan el auge del melón ecológica como alternativa sólida para el agricultor. "Marruecos exporta melón ecológico a Europa sin cuotas establecidas, lo que supone un hándicap para nuestra producción. Además, hay otros países, como Turquía o Bulgaria, que están creciendo mucho en este segmento de mercado", informa Alejo.
Una serie de factores que complican la presencia del melón de Almería en los mercados –ahora entra el melón murciano y despues el manchego-, pero que, en última instancia, depende de las decisiones de compra de los importadores que operan en la Unión Europea".
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