La empresa almeriense Laboratorios Francisco Durbán ha sido una de las quince farmacéuticas seleccionadas por el Servicio Andaluz de Salud (SAS) en la última convocatoria pública de medicamentos y abastecerá a la sanidad pública andaluza durante los dos próximos años de dos genéricos, Ranitidina (un protector gástrico) y Anapril (fármaco para la tensión).

No es la primera vez que Laboratorios Francisco Durbán es elegido en una subasta de medicamentos convocada por la Junta andaluza. Ya han suministrado fármacos por principio activo durante dos años y ahora renuevan por otros dos más, explica Rafael Durbán, uno de los doce socios de esta empresa farmacéutica familiar.

Una vez firmado el contrato con la Consejería de Salud, Laboratorios Durbán abastecerá al SAS con un millón de cajas de fármacos al año. Una operación que supone un importante porcentaje de las ventas de este laboratorio farmacéutico que se hizo famoso con el Tanagel y que produce fármacos que vende a otros laboratorios, además de investigar en fórmulas propias.

El trabajo de este laboratorio no sólo se queda en Andalucía y España, sino que vende un importante volumen en el extranjero. Y no sólo a raíz del Tanagel, reconoce Rafael Durbán, que señala cómo, por ejemplo, el laboratorio mantiene en pruebas un medicamento específico para las infecciones urinarias y cuyos primeros pedidos irán destinados a Holanda.

Para Laboratorios Durbán, la elaboración de fármacos por principio activo ha supuesto una fórmula para sortear la crisis y ha podido incluso aumentar su plantilla en casi un 15%, lo que les permite, a día de hoy, disponer de 32 empleados en la sede de  Laboratorios Francisco Durbán, en el polígono industrial La Redonda, de El Ejido.

Extranjeros y nacionales Junto al laboratorio almeriense Francisco Durbán, han sido seleccionados en la subasta pública del SAS otros laboratorios farmacéuticos también españoles con sede en Valencia, Madrid o Barcelona y casi una decena más con origen en el extranjero, fundamentalmente en India, pero también en Alemania, Eslovenia o Suecia. Muchos de estos forman parte de grandes entramados empresariales, también con sede en España.