Miedo en Pechina: "Nos sentimos presos en nuestras propias casas"
Tras la gran macrooperación policial en Pechina, los vecinos se preguntan qué va a pasar

Se cumplen dos semanas de la macrooperación policial desplegada en la localidad de Pechina contra el narcotráfico, y especialmente, contra contra la venta ilegal de armas. Más de 400 agentes de la autoridad entre Policía Nacional y Guardia Civil, en una operación paralela que dio sus frutos. Más de una treintena de detenidos e investigados, más de 54 registros, numerosas armas incautadas, entre las que se encontraba algunas piezas de artillería pesada, dinero y plantaciones de marihuana.
La operación fue un éxito y además podría ser considerada como una de los mayores dispositivos lanzados en la última década y el más grande desplegado en la provincia. Todo fueron loas y felicitaciones y así lo reflejaba la prensa nacional, y la verdad que razones no faltaron, teniendo en cuenta que una de las máximas preocupaciones los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado era la alta presencia de armas de fuego en la zona. No obstante, aunque las cosas estén en calma actualmente, en este municipio del Bajo Andarax, existen algunas voces que se preguntan ¿cuánto va a durar esta escampada hasta que se vuelva a desatar otra tormenta? y lo más importante, ¿cómo esta operación policial, una vez termina va a afectar a los vecinos?, “Los titulares son asombrosos, pero más asombrosa es la situación en la que nos vemos avocados las personas que vivimos en este pueblo”, explica Alejandro Ruano, vecino de Pechina.
Según relata, lo que antes era un pueblo atractivo y tranquilo, que animaba a personas de fuera a invertir y asentarse, ha dado un giro radical. “Lo que era tranquilidad se ha convertido en miedo e indefensión y en sentirnos presos en nuestras propias viviendas”. Este vecino, señala incluso que los vecinos se plantean “vender sus propiedades y, por supuesto, avisar a cualquier amigo, conocido o familiar para que no compre aquí”.
Las reclamaciones de Alejandro, no están reñidas con la eficacia de la operación policial del pasado 8 de abril, al contrario, es fuertemente aplaudida, pero al mismo tiempo, anhela que este golpe no sólo sirva para la foto, y la seguridad se mantenga constante en el pueblo. “Nuestra preocupación es que todo quede en esta gran operación y no se realicen periódicamente actuaciones similares hasta erradicar este problema.- Somos ciudadanos conscientes de nuestras obligaciones pero también de nuestros derechos y simplemente pedimos que no se nos abandone a nuestra suerte porque tenemos derecho a vivir tranquilos y con seguridad.”
Y es que, la preocupación por la aparición de viejos fantasmas aún sobrevuela el Bajo Andarax, “son constantes los robos y amenazas que sufrimos los pechineros, generando una situación de vulnerabilidad muy grande” señala Alejandro. En la misma línea, hay vecinos que se preguntan si, una vez cerrado el grifo de la marihuana, quienes se dedicaban a actividades ilícitas no encontrarán en los cortijos de la zona su nueva fuente de ingresos. Lo que está claro es que la incertidumbre crece, y con ella la sensación de abandono en una comarca que pide respuestas y protección antes de que el miedo se convierta en rutina.
Para muchos vecinos, resulta frustrante comprobar que no se cuenta con suficientes efectivos de las fuerzas del orden para hacer frente a la situación actual. "No es posible reforzar la plantilla de la Policía Local debido a que la ratio de habitantes no lo permite, aunque la realidad lo está exigiendo con urgencia", expresa Alejandro.
Alejandro es consciente de que el Ayuntamiento está intentando dar respuesta, en coordinación constante con la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía en Almería, pero recuerda que los ciudadanos no son políticos y los tiempos administrativos se les hacen eternos. La Guardia Civil, por su parte, tampoco puede actuar con mayor contundencia: sus recursos son limitados y deben atender a numerosos municipios, lo que deja a muchos residentes con una profunda sensación de desprotección.