- Javier Ceballos
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- 04.09.2024
Soy vecino de Carboneras y asisto con demasiada siduidad al bochornoso espectáculo que nos ofrece el Consistorio. Lejos de preocuparse por los problemas o por el desarrollo del pueblo, lo que se muestra es una pelea a puñaladas traperas por el dominio de la alcaldía por parte de los mismos. Un concejal bisagra de Cs, un sempiterno alcalde del PSOE y un ex alcalde del PP que fue ninguneado hasta por los de su partido. Todos ellos con oscuros antecedentes y que no tienen ni rubor ni la más mínima ética política, ni si quiera saben que significa eso. Ahora están metidos en otra razzia por el poder pero del destrozo ambiental que ocurre en Carboneras no se acuerdan ni quieren acordarse. Ahí está ese mamotreto clavado en la Playa del Algarrobico, una montaña de escombro en plena rambla, tres grúas torre roñosas que el día menos pensado se van a caer encima de la cabeza de alguien. La fábrica de biodiesel, la cementera y una piscifactoría echando residuos en la playa de las Marinicas. Un enorme Puerto que no sirve para nada. Y de lo único que se preocupa el Consistorio es ver quien manda y que mi perro no se pasee por la playa.