In memoriam a José María Ortega

Fernando Martínez López. Secretario General de la Agrupación Socialista de Almería

José María Ortega

  • La Voz
Se nos ha ido José María Ortega, un gran amigo y un gran compañero. Con él hemos compartido tantas cosas: sueños, compromisos, alegrías y esperanzas por lograr un mundo mejor. Un amigo al que ayer tarde le dimos nuestro último adiós, y nos ha dejado desolados. Sin embargo, su sonrisa, su amabilidad, su agudeza, sus dotes organizadoras, su integridad, esa capacidad de lucha tan suya, de sobreponerse a los momentos duros, queda entre nosotros como su mejor legado. Lo hemos despedido en una ceremonia civil como siempre nos dijo. José María, tan cuidadoso con todo, nos dejó por escrito desde hace ya algunos años la secuencia de una sencilla ceremonia civil, laica, para su entierro. Una despedida en consonancia con sus ideas y su forma de entender la vida y el paso por esta tierra. Quería que sonara el El Cant dels ocelles", de Pau Casals y se ha despedido de nosotros con su Ultimo Tridente que había grabado para que oyéramos sus últimas palabras. También nos dijo que en la siguiente tertulia que hiciéramos en la “Gitanilla”, brindáramos por él como siempre lo hacemos, con Mozart, y que lo hiciéramos con alegría. Integro y cabal Ayer tarde estuvimos con Mary y todos sus hijos, muchos amigos y amigas, compañeros de tantos sitios, del mundo de la enseñanza, de la Delegación de Cultura, y del PSOE para recordarle y hablar de él. José María ha sido un hombre integro, honesto, bueno, cabal, un socialista que entronca con la cultura democrática de los venerables hombres y mujeres laicas, que creyó y luchó en este mundo injusto por hacer el bien por el bien mismo. Creyó en los valores democráticos, en las virtudes republicanas y en las ideas del socialismo y su vida ha estado marcada por estos principios que recogen la mejor tradición de la España democrática. Desde bien joven, siendo maestro, se apuntó a la rebeldía y a la lucha por traer las libertades y la democracia a nuestro país. Creyó en la educación y en la cultura como los principales instrumentos de transformación de nuestra sociedad. Lo conocí hace ya muchos años en Adra cuando junto a otros buenos amigos impulsaba la Asociación de Cultura Andaluza (ACA). Me dejó asombrado su capacidad de organización, sus inquietudes, su tenacidad, su amor por la libertad y la cultura. Pronto lo identifiqué con aquellos misioneros laicos de la Institución Libre de Enseñanza y la Escuela Nueva que calladamente batallaban por instruir a un país desolado por la incultura y pretendían una sociedad más justa, libre, de iguales, de gente consciente, culta, como única manera de que este país entrara definitivamente en el proceso de modernización que en tantas ocasiones se le había cercenado. José María ha sido un compañero que desde la cultura dio el paso al compromiso político para militar en las filas del Partido Socialista Popular de Tierno Galván y de allí al PSOE, constituyendo uno de los principales valladares del socialismo almeriense de las últimas décadas. La vida de José María ha estado proyectada en su familia, la cultura, la lucha política y sus amigos. Ha sido un apasionado defensor de la Alpujarra, de sus trovos y de su gente. A ello ha dedicado parte de sus poemas y relatos. Su paso por la Delegación de Cultura como delegado de la Junta de Andalucía supuso un salto cualitativo en los proyectos culturales de la provincia de Almería. Fue el aire fresco que necesitaba la cultura almeriense. Allí se ganó el aprecio y el cariño del mundo cultural porque se convirtió en el impulsor, en el alma mater, de la cultura popular, del teatro, la música y de las artes. Su recuerdo es imborrable. Como imperecederas van a ser sus letrillas de carnaval en las diferentes murgas que ha impulsado y sus tridentes en la prensa almeriense y nacional. José María tenía en alta estima la amistad, el compañerismo y la solidaridad. Siempre nos sorprendía en cualquier acto con su letra alusiva, bien fuera en una efemérides políticas o republicana, en los homenajes a los compañeros o en actos sociales de todos los amigos. Ha sido un honor para todos nosotros tenerte a nuestro lado y vivir tantas alegrías contigo. Te vamos echar de menos en la tertulia de la “Gitanilla”, en la coral “Solera” del PSOE y en tantos y tantos actos que impulsabas y animabas. Ya no serán lo mismo sin ti. Pero como tantas veces nos has dicho, seguiremos haciéndolo en tu recuerdo En este momento de tristeza quiero decirle a Mary, tu gran compañera, y a tus hijos que pueden sentirse orgulloso de su padre, de tu trayectoria, de tu cariño por todos ellos, pero también tienen que sentirse orgullosos de tus ideales. José María, no te vas del todo. Queda tu obra, la que está por escrito y la que has creado con tus hechos. Queda tu ejemplo de entrega, queda el cariño que has sabido acrecentar entre nosotros. Y aunque hoy es un día difícil para todos tus amigos y compañeros, te prometemos recordarte como a ti te gustaría, con una inmensa alegría por haber tenido la suerte de conocerte y compartir nuestra vida contigo.