José Millaruelo, miembro del consejo de Cajamar
- La Voz
Ha muerto en Valladolid el Ilmo. Sr. D. José Millaruelo Aparicio, miembro del Consejo Rector de CAJAMAR y Ex Presidente de Caja Rural del Duero hasta su fusión con la caja almeriense. Notario de Valladolid, Doctor en Derecho, era un buen hombre y un gran padre de una familia muy numerosa. Persona muy conocedora de Almería y de sus gentes, admiraba y quería esta tierra a la que conocía desde hace muchos años. Aguadulce era su espacio de vacaciones, todos los meses de septiembre con su esposa María del Mar y los niños que iban llegando, se encontraban con el Mediterráneo. Eran tiempos felices, me recordaba el matrimonio Millaruelo esa película de la ‘Gran familia’, con todos los niños a la vez y sin apenas concesiones a la intimidad. Siempre estaba con la sonrisa en los labios, nunca lo vi enfadado ni hablando o criticando a persona alguna; profundamente cristiano, su vida era la familia y el trabajo. En la zona era conocido por su bondad y generosidad, nada apegado a los bienes materiales disfrutaba con las cosas sencillas. Buen cofrade, fue el Hermano Mayor de la Cofradía de las Angustias, una de las más antiguas de España, fue fundada en 1536; precisamente este año ha sido el de reconocimiento a José Millaruelo, premiando su labor por el engrandecimiento, dedicación y promoción de la Semana Santa de Valladolid y de Medina de río Seco. Como buen conocedor del derecho civil, mantenía posturas muy revolucionarias en esta materia, era de las pocas personas que entendían y justificaban el derecho a la nacionalidad de los inmigrantes, argumentándolo jurídicamente de manera brillante. Recuerdo su interés por la integración de Caja Rural del Duero con Cajamar, el lo veía como una oportunidad para su tierra, anclada en un modelo de desarrollo rural ya periclitado, que necesitaba la sabia nueva de unos agricultores de vanguardia. Hablamos mucho de ello, sabía que su entidad funcionaba bien, estaba saneada pero su horizonte era limitado, necesitaba de nuevas sinergias que revitalizaran un tejido productivo, que en otros tiempos fue un referente en España, pero que iba a quedar superado. Veía el futuro en la integración y en la diversificación económica, pero seguía siendo un agrarista, el símbolo de la espiga de las cajas rurales lo motivaba, era su referente, pero supo renunciar por el sol y el mar porque entendía que ahí estaba el futuro. Querido Pepe, descansa en la paz del Señor y resucita con El.
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