Mariana Flores García
- La Voz
FRANCISCO SABIOTE FLORES Mama, sin duda, tu fuiste una de las elegidas y no le has defraudado. De jovencita te enamoraste de una persona excelente, quien fue un gran hombre y mejor padre. Te casaste, en contra de tu familia, por amor y convencida de que no te equivocabas. Junto al Papa, tuviste años de lucha, de trabajo y también de mucha felicidad, en esos años vinimos nosotros, tus tres hijas y tus tres hijos, tus seis joyas como siempre decías. Después, la enfermedad del papa ¡Cuánto sufriste en esa época! Quedaste viuda en la flor de la vida, a los 41 años, y con seis hijos. Tu coraje, fortaleza y espíritu de lucha se acrecentaron y tu única obsesión, tus hijos, marcó tu vida. Valores Años de trabajo sin horario, sin tiempo ni para quejarte. Administradora ejemplar de lo poco que había para administrar. Con unas normas de vida ejemplares y que siempre nos has estado inculcado: Unión de la familia, cariño, humildad, honradez, respeto, ayuda a los demás, gratitud, trabajo y constancia…….. Así has sido, así has querido que seamos. Virgen del Carmen Cuantas veces nos has referido la petición que siempre le hacías a La Virgen del Carmen: “Madrecica, permíteme que viva hasta ver a todos mis hijos casado”. La Virgen te la concedió y te concedió también conocer y disfrutar de tus doce nietos y cinco biznietos. (Incluso “criar” a algunos) No podremos nunca olvidar las cenas de los sábados, haciendo los roscos para Navidad, las matanzas, el día de Reyes, tantos y tantos ratos junto a Ti y, si no había nada que celebrar lo inventábamos con tal de reunirnos todos, y siempre decías: Soy la madre más feliz del mundo con la familia que tengo, la Virgen me ha premiado. Sabiendo que es imposible poder recompensarte lo mucho que has sufrido y luchado por nosotros, siempre hemos intentado, con esos ratos de felicidad, con todo nuestro amor y cariño, procurando que nunca estuvieses ni te encontrases sola, teniéndote atendida en todo lo que pudieras necesitar, etc., devolverte parte de lo que de Ti hemos recibido. Y con lo feliz que estabas y estábamos todos, han tenido que venir las malditas enfermedades para hacerte sufrir de nuevo y arrancarte de nuestro lado. Mamá, no sabes lo que te vamos a echar de menos, sin Ti, ya no es lo mismo. En tu recuerdo, claro que seguiremos con la misma unión de siempre y juntándonos a menudo, es lo que tú querrías y no te vamos a fallar. Gracias Conociéndote, seguro que querrías dar las gracias al tío José y a la tía Dolores por todo lo que te han querido y todo el apoyo que siempre te han dado, y al pueblo de Palomares por esa relación de afecto y cariño, por haber estado ahí en los momentos difíciles de la vida y por la calurosa y emotiva despedida que te ha dado. Descansa en paz, Mama, y gracias de corazón por todo lo que nos has dado, por todo lo que somos. Tus hijos que nunca, nunca te olvidarán.
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