¿Qué han manifestado las Administraciones Educativas hasta ahora?
¿Es necesario que para que se dignifique nuestra profesión tenga que morir asesinado algún docente más?
Nos hacemos estos interrogantes cuando nos sentimos desprotegidos, desprestigiados y deshumanizados.
Cómo se puede deshumanizar nuestra labor cuando precisamente trabajamos para formar a personas. Cómo la Administración Educativa puede ningunear que un profesor ha sido asesinado en su puesto de trabajo cuando acudía a prestar ayuda a sus compañeros y alumnos/as, en un acto heroico.
Abel era profesor de Historia, docente y educador, y un país que no protege y prestigia la cultura es un país sin futuro.
Tristemente, tenemos que reconocer que no somos tratados igual que otras Instituciones del Estado, en las que cuando pierde la vida algunos de sus miembros, en acto de servicio, son condecorados con los máximos honores.
Desde este Claustro de Profesores queremos unirnos al dolor de su familia y al de la Comunidad Educativa del IES JOAN FUSTER de Barcelona. A la vez que nos sumamos a la petición de otros docentes de que el próximo Instituto que se inaugure en España lleve el nombre de ABEL MARTÍNEZ, y que se le conceda al profesor leridano, a título póstumo, la Cruz de Alfonso X el Sabio.