Su vida fue de película y tuvo una muerte de cinco estrellas

En la 2ª planta del de la Cruz Roja fue tratado como un señor

Miguel García Céspedes

  • La Voz
Esta es más la historia de una muerte que la de una vida. No hay muerte agradable pero la desconexión de Miguel con el mundo no pudo ser mejor. Afectado por un cáncer terminal que se lo llevaba encontró en la segunda planta del Hospital de la Cruz Roja todas las atenciones que uno necesita antes de emprender el largo viaje. La familia de Miguel no sabe como expresar tanto cariño de los asistentes sociales, las psicólogas, médicos, enfermeros y todo el personal que le atendía. Como un señor La vida de Miguel se la contaré después porque esta es la historia de su muerte. La de un hotel de 5 estrellas. La de un personal de lujo que atendía por igual al paciente y al familiar que le acompañaba. Miguel no se quería morir y luchó hasta el punto de no entender los médicos como su corazón podía latir ante un cáncer que lo arrebataba. Cada mañana su cama recién hecha, la habitación preparada, el mejor desayuno y el sol entrando por la ventana. Miguel recibía al médico con ganas de vivir y lloraba viendo llorar a sus hermanas Loli y Encarna que sabían que no había solución. Miguel fue recibiendo a sus hijos (cinco), tuvo a su lado a su pareja y la gran familia a la que pertenecía luchaba a su lado. No pudo superarlo y el mismo día que le mandaron de Torrecárdenas a la Cruz Roja sabía que de allí subiría al Cielo: pero lo hizo de la forma más natural y sencilla. No saben como La buena muerte de Miguel es hoy comentada por sus vecinos de la Almedina que no saben como agradecer tantas atenciones para el ‘Tío Miguel’ como cariñosamente le trataban. Ellos me pidieron que reflejara en LA VOZ el trabajo de todo un equipo que atienden y miman a aquellos seres queridos que se nos van. Su hermana Loli, sabe bien de lo que hablan los vecinos de Miguel ya que pudieron comprobar como ese hospital viejo y gastado tiene dentro a bellas personas que ayudan a los demás de una forma impecable. Hasta el propio Miguel les pudo dar las gracias por tanto detalle tras una vida de constante pelea. Y ahora la vida Hoy el ‘Tío Miguel’ descansa en su Almería natal pero pudo morir en otras circunstancias bien distintas en Barcelona. Allí marchó arrastrado por sus hermanos mayores que encontraron un trabajo para hacer fortuna. Miguel, se colocó en una fábrica donde el plomo era el gran peligro y siendo muy joven se jubiló por enfermedad. Allí, en Badalona formó un hogar junto a su hermano Joaquín y nacían sus dos primeros hijos. No faltaba cada verano a su tierra para ver a la ‘Mama Nieves’ y a su hermana Loli que era el hotel de la familia en Almería. Miguel volvió a su tierra para montar una empresa y conoció a su segundo amor que le daba tres hijos más. Luego llegaría su última pareja.Así pasaban sus días volando, Así no paraba de trabajar. Así iba ayudando a todo el que se le acercaba. Así iba a caballo entre los hermanos de Barcelona y Loli, la única que quedó en Almería. El ‘Tío Miguel’ no quería morirse y había encontrado un rincón en Almería para emprender nuevas aventuras. Su vida era de cine y el cáncer que le iba arrebatando la vida no podía con sus ganas de vivir. Fue un luchador sin premio. Era un ganador a guantazo limpio. Se partía la cara por los demás. La suerte de olvidaba de él. Pero Dios le guardaba una muerte de cinco estrellas.