Recuerdo a Robustiano Carrillo Chacón

Robustiano Carrillo Chacón

  • La Voz
Tenía 25 años, era encargado de compras de un céntrico supermercado en la capital y me pidió cita para el miércoles un tal Robustiano, se sentó frente a mi y sin abrir ningún catálogo empezó a contarme todo lo que llevaba, Friscos, Apis,Fallera, y Fino Robustiano de Montilla – Moriles, y le dije, qué casualidad, se llama como usted, y me contestó que la bodega en agradecimiento a la cantidad de cajas que él había vendido le puso su nombre, le pregunté ¡ pues ha tenido que vender muchas! , dice : Mira, solo a Terraza Carmona mil cajas, pero eso no es todo,me dijo, llevo un whisky escocés llamado Hankey Bannister, que como es difícil de pronunciar todo el mundo lo pide como whisky Robustiano. Cuando terminó la cita pensé que era algo diferente a todos los viajantes que me visitaban. Cada miércoles me daba una lección magistral sólo escuchándolo aprendía más que estudiando, era una universidad ambulante. Hacía de la venta un arte, me dejó tan impactado, que decidí dejar el trabajo y dedicarme a la venta. Perdí el contacto con el durante varios años, hasta que el destino me llevó a formar parte de la plantilla de su empresa : Distribuciones Macar- Cafés La Caribeña, y ahora que me queda poco para jubilarme puedo decir que fue la persona más influyente en mi formación como vendedor. Cuando hablo con mis compañeros de empresa más antiguos, Julio, Manolo, Juan Luis, Lenon, Alan y Fina, todos coincidimos en que allá dónde esté seguirá haciendo lo que más le gustaba: vender. Estará con Emilio Moro vendiendo vino, con Emilio Rostoy (padre) licor 43,con Pepe Pinar, Ponche Caballero y con Pepe Quiles, aceitunas de Albox. Habrá encontrado una mesa del vino para los amigos como la que tenía en el Escánez de Garrucha. En cuanto a la empresa no se preocupe usted, se ha quedado al mando Francisco y Carlos que no han podido tener mejor padre y mejor maestro para seguir sus consejos. Le pedimos un favor, cuéntele a su mujer como son las instalaciones de Macar en Antas y lo guapos/as que están sus cuatro nietos/as que no le dio tiempo a conocer. Por cierto, su nieta mayor se llama Betsabé en su honor. El título de una de las rancheras que tanto le gustaba cantar “ Sigo siendo el rey” define lo que ha sido su paso por esta vida y la huella que ha dejado entre nosotros. D.E.P Tus empleados