Fallece José Luis Campos de Pro, que fue administrador de La Voz

José M. Román

José Luis Campo de Pro

  • La Voz
Cuando meses atrás había suficientes síntomas como para abrir paso a la esperanza, en pleno agosto, recibimos el mazazo de la muerte de nuestro compañero desde hace casi 35 años, José Luis Campos de Pro. El cáncer, una vez más, ha sido definitivo, no ha dado tregua y en prácticamente año y medio se ha llevado su vida. Campos de Pro, un almeriense de adopción, aunque nacido en Madrid el 10 de noviembre de 1958, llegó a Almería recién licenciado en Económicas, entre 1982 y 1983, para hacerse cargo de la administración del diario “La Voz de Almería”, que por entonces dependía del organismo autónomo Medios de Comunicación Social del Estado (MCSE). Fue administrador del periódico en su última época pública hasta la subasta en mayo de 1984. Su gestión se centró en conseguir en las mejores condiciones el traspaso del periódico a la empresa que se había adjudicado la puja, Novotécnica. Después continuó regentando los servicios administrativos de MCSE, del Ministerio de Cultura, hasta la integración de sus trabajadores en la administración central. Hacienda Cerrada su primera etapa profesional preparó oposiciones al Cuerpo de Gestión de la Hacienda Pública, que logró superar en 1988, siendo destinado a la administración de Hacienda de Cieza (Murcia), desde donde pasó después a la Delegación de Hacienda de Almería, años más tarde Agencia Tributaria. En su primera etapa en la administración tributaria almeriense estuvo ligado a la dependencia de Recaudación, para después estar al frente de la Administración de El Ejido, donde permaneció varios años. Desde octubre de 2013 a principios de 2015 fue jefe de la dependencia de Secretaría General de la Delegación en Almería. Detectada la enfermedad, para que pudiera compatibilizar el tratamiento en Madrid, fue destinado a los servicios centrales de la Agencia. Esperanza En el primer cuatrimestre de este año, José Luis irradiaba esperanza porque el cáncer al parecer había dado tregua, incluso estaba ya pensando en incorporarse y volver a Almería. Por desgracia no ha podido ser. Este jueves, 11 de agosto, en Madrid, nos dejaba, después de una lucha titánica y entusiasta por aferrarse a la vida. Su cuerpo ha sido incinerado este 12 de agosto. Se nos ha ido el amigo y compañero. Pero, ante todo, nos ha dejado una buena persona, que siempre intentó superarse, luchar por su familia –deja esposa e hija, a las que adoraba- y cumplir con sus deberes profesionales. DEP.