El pasado mes de noviembre falleció nuestro compañero Ginés Lidón Llamas, que fue colegiado del Ilustre Colegio Oficial de Veterinarios de Almería desde el año 1965. Ginés ejerció prácticamente toda su vida en Almería, pues llegó en el año 1965 y no se quiso mover de esta tierra que también acoge a todos los que llegamos de otros lares. Nació en Lorca en 1930 y por esa razón y aunque se sentía muy almeriense, nunca se olvidó de su terruño natal al que acudía con frecuencia y aún más en Semana Santa, a actos con su paso azul. Ahora ya descansa en la Iglesia de San Francisco en Lorca donde él deseaba estar. Ginés ha sido para muchos el veterinario del campamento en su ejercicio en la milicia y para otros muchos almerienses Don Ginés, el veterinario pionero en la Clínica de Pequeños Animales allá por los años 60. Como digo, fue el precursor de esta parcela de la profesión veterinaria, que tanto se ha ido desarrollando en estos últimos 40 años. Él fue quien abrió la primera Clínica Veterinaria en el año 1970, sita en la calle Castilla número 6 de Ciudad Jardín. Algo inédito en esos años. Se formó continuamente asistiendo a cursos, conferencias... y se hizo imprescindible para los dueños de las mascotas de Almería. Su vida profesional fue intensa. Ejerció como veterinario militar, ingresando en el cuerpo de Veterinaria en el año 1957, teniendo sus destinos en Mallorca, Ceuta y Almería, donde alcanzó el empleo de Coronel Veterinario siendo promovido desde Capitán hasta Coronel permaneciendo toda esa etapa en la Base Militar de Viator. Pero ante todo, Ginés fue un maestro para algunos de los veterinarios que ejercen actualmente en esta especialidad. Siempre tuvo las puertas abiertas de su Centro Veterinario, dispuesto a enseñar y aconsejar a sus compañeros más jóvenes. Diplomado en Sanidad, Bromatología e Higiene de los Alimentos, fue vocal del Colegio de Almería en los años 1976-1982, combinándolo con el ejercicio clínico en el Club Hípico de Almería. Es colegiado de Honor de este Colegio y también Académico de la Academia de Ciencias Veterinarias de Andalucía Oriental. Pero Ginés ha dejado una enorme huella en Almería, sobre todo, por su carácter extrovertido, por su dinamismo y don de gentes, entrañable y cercano, amigo de todos. Los hombres como Ginés nunca se van del todo, dejan huella por su forma de hacer y ejercer la profesión, con compañerismo y honestidad. Por eso Ginés permanecerá en el recuerdo de todos los que le conocimos. Siempre te sentiste orgulloso de tu profesión, la difundiste, ayudaste a crecer y a prestigiar tanto en tu ejercicio en la milicia como en el ejercicio libre en la clínica de pequeños animales. La profesión y la sociedad veterinaria te echaremos de menos. Un fuerte abrazo y hasta siempre.