Lourdes Ramos. Alcaldesa de Gádor Para mi un maestro es esa persona que además de enseñar es capaz de transmitir a sus alumnos conocimientos que trascienden a las materias del curso. Un maestro nos enseña a madurar, a pensar, a ser personas, a tener valores en la vida. Gádor, y muchos gadorenses, hemos perdido a nuestro maestro Don Rafael González Migens, Don Rafael para todos nosotros. Esa persona entrañable que siempre estaba junto a tí ayudándote a formarte, a crecer, a enseñarnos a ser mejores y afrontar la vida con alegría. Como alumna que fuí de Don Rafael, algo se ha ido también. Echaré de menos sus sabios consejos, el don de la paciencia que tenía con todos nosotros, su buen hacer, el amor por el trabajo, la cultura del esfuerzo o sus profundos valores humanos; porque un profesor es el que te enseña sí, pero un maestro es del que aprendes. Y yo, como muchos de mis vecinos que fueron también sus alumnos, aprendimos mucho de Don Rafael. Aunque no era nacido en Gádor, llegó a nuestro pueblo desde su Carmona natal hace más de medio siglo, rápidamente se integró, y no sólo llegó a ser un vecino más, sino que supo destacar y sobre todo aportar cada día a su pueblo de acogida. Motivo por lo que hace unos años fue declarado, por unanimidad, hijo adoptivo de la Villa de Gádor. Siempre he admirado su fe y su coherencia, porque Don Rafael era un cristiano de los pies a la cabeza que sabía llevar a la práctica de la vida diaria las enseñanzas de Jesucristo.Ha sabido vivir coherentemente con sus creencias y sus valores, que a su vez nos ha transmitido a muchos gadorenses. Su pasión por la enseñanza Estoy convencida que su gran pasión, aparte de su mujer, hijos y nietos, ha sido la enseñanza; porque sabía perfectamente lo importante que era para todos nosotros tener unos estudios que nos ayudasen a prosperar como personas y como pueblo, pero sin olvidar inculcarnos esa humanidad tan necesaria en estos días. Don Rafael González Migens, Don Rafael, nos ha dejado y ha acudido a la llamada que le ha hecho Dios. A pesar de no estar ya físicamente con nosotros, estoy convencida que a su lado seguirá trabajando por todos los gadorenses y por su querido Gádor. Hoy Don Rafael González Migens no se encuentra entre nosotros, pero sí su ejemplo y su trayectoria personal y humana. Generaciones de gadorenses así lo sentían, y lo sienten, motivo por lo que el Ayuntamiento inauguró en 2014 una rotonda con su nombre, en reconocimiento a sus años de maestro y como gratitud por su entrega a la juventud de Gádor. Don Rafael, muchas gracias por habernos hecho como somos a muchos gadorenses, siempre te echaremos de menos. Gádor y sus vecinos pierden a uno de sus hijos más ilustres, a alguien que no tenía nada más que un fin en su vida, ayudar a la juventud a ser mejores personas. Todos te lloramos, pero no dudes que los gadorenses, muy especialmente los que recibimos en persona tus enseñanzas, te echaremos de menos. Descanse en paz Don Rafael. Que Dios le acoja en su gloria y gracias por haberme enseñado los valores del trabajo, del esfuerzo y de la honradez.