Es una frase que se suele decir cuando alguien fallece, pero en este caso es cierto. Ha fallecido Raúl del Águila, esposo, padre, hijo y amigo. La mente más preclara que he conocido. Nada se le oscurecia , la solución a todo se llamaba Raúl. El alma Mater y cerebro de nuestro querido Indalauto. Buena persona y desinteresado con la gente. Dejas mujer y dos hijos, pero no te preocupes amigo, no están solos. Tus amigos Kike, Gusi, Fran y José estamos aquí para lo que haga falta. Échanos una mano desde el cielo. Hasta siempre amigo.