El día 25 de Octubre se cumple el I Centenario de la muerte del escritor virgitano, Manuel Salmerón Pellón. Queremos recordar de forma resumida las vicisitudes más sobresalientes de su vida.
El nacimiento de Manuel Salmerón Pellón el día 25 de Agosto de 1890 en Berja hay que contextualizarlo en las convulsiones políticas de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, con la alternancia en el poder de los partidos conservadores y liberales. Su padre, el abogado Francisco Salmerón Lucas, en su etapa de estudiante en la Facultad de Derecho de Madrid había sido secretario de Nicolás Salmerón y Alonso, presidente de la I República y, posteriormente, se carteó con los políticos más relevantes de la Monarquía de Alfonso XII y Alfonso XIII: Cánovas, Sagasta, Eduardo Dato...
Vocación periodística Pero el escritor virgitano no tuvo inquietudes políticas, y aunque estudió Derecho y se licenció en la Universidad de Granada en noviembre de 1917, sin embargo tampoco se decantó por el mundo de las leyes, ya que no llegó a ejercer como abogado: su auténtica vocación, al igual que Larra, era el Periodismo. Lo suyo era escribir.
Y el joven Manuel, apenas finalizado el Bachillerato en el Colegio de 2ª Enseñanza “Nuestra Señora de Gádor” de Berja en Septiembre de 1909, comenzó a colaborar en los periódicos almerienses de la época, sobre todo en La Crónica Meridional, y allí publicó el boceto de su primera novela corta Coquetería en Marzo de 1911. También publicaría otras crónicas y reseñas periodísticas, y además por esas fechas terminaría una segunda novela corta inédita, Doña Cálculos, con apenas veinte años.
Sin embargo, un hecho luctuoso va a influir en su trayectoria literaria: la muerte de su novia Encarnación Santaella Robles, que fallece el día 10 de Noviembre de 1911 en Berja a los 19 años. La muerte de Encarnación (“Encarnita”) provoca una crisis existencial muy profunda en el escritor virgitano, sólo superada por los consejos familiares que le convencen para que inicie los estudios en la Facultad de Derecho de Granada. Y en Abril de 1913 Manuel se matricula de los Estudios Preparatorios de Derecho en la Facultad de Filosofía y Letras de Granada por enseñanza no oficial.
Amistad con Fernando de los Ríos Durante su estancia en la Universidad granadina, Manuel hace amistad con algunos de sus profesores, entre ellos con el catedrático de Derecho Político, Fernando de los Ríos, futuro ministro de Educación e Instrucción Pública durante la II República, mientras retoma la actividad literaria simultaneándola con los estudios de Derecho y obteniendo los primeros éxitos literarios. Así, en la primavera de 1915 participa en un concurso literario convocado por la prestigiosa revista de Madrid Blanco y Negro, y los miembros del Jurado seleccionan para su publicación uno de sus cuentos, “Burlas con el amor” entre más de 5.000 trabajos presentados procedentes de toda España, siendo publicado el día 9 de Mayo de 1915. Idéntica fortuna tiene otro de sus relatos “En la cumbre serena”, que aparece publicado el 14 de Noviembre del mismo año en dicha revista, esta vez, con dibujos de Méndez Bringa.
En el año 1916 continúan apareciendo varios cuentos en Blanco y Negro: “Balas perdidas” (18 de Junio de 1916), con dibujos de Medina Vera; su precioso cuento “La razón de la sinrazón”, que presentó a un nuevo concurso convocado por Blanco y Negro y que fue seleccionado por el Jurado entre 4.200 trabajos y publicado el 24 de Septiembre de 1916; y “Caminos extraños”, con dibujos de Medina Vera, publicado el 17 de Diciembre del mismo año. Y el 20 de Agosto publicó “El pecado de un amigo mío”, esta vez en La Crónica Meridional de Almería, y por estas mismas fecha publicó el cuento “Mi tía y mi tío” en el diario madrileño La Tribuna.
Escritor prolífico El año 1917 fue especialmente prometedor para el joven escritor virgitano. Siguen apareciendo sus cuentos y crónicas en la revista Blanco y Negro, de la que es asiduo colaborador: “Prueba de santidad” con dibujos de Méndez Bringa (1 de Abril de 1917); “Por mantener la prebenda” con dibujos de Regidor (10 de Junio de 1917); “Al cabo de los años (12 de Agosto de 1917); “Uno de tantos (o el fondo común de nómadas)” con dibujos de Huertas (14 de Octubre de 1917); “La uva de Almería”, con cinco fotografías del fotógrafo virgitano Sebastián Torres Payá (1 de Noviembre de 1917); “El pobrecito amador” con dibujos de Regidor (18 de Noviembre de 1917); y presenta un relato en prosa al concurso convocado por la Cruz Roja de Cartagena con motivo de la celebración de los Juegos Florales de esa ciudad, consiguiendo el primer premio con su trabajo “Peores que aquellos…”, que fue publicado por el periódico La Crónica Meridional el día 20 de Agosto de 1917 y por el semanario granadino Crónica, de fecha 16 de Abril de 1919, una vez muerto el autor, en las Páginas Literarias Póstumas.
Finalmente, en el año 1918 (el año de su muerte a causa de la epidemia de “grippe”) vieron la luz en la revista Blanco y Negro dos nuevos cuentos: “Caín, el bueno” (9 de Junio de 1918); y “Proeza” ambos con dibujos de Regidor (25 de Agosto de 1918).
Obras póstumas Sin embargo, estos no serán los últimos trabajos publicados de Manuel Salmerón Pellón, ya que con carácter póstumo y gracias a diligencia de su hermano Miguel, aparecieron publicados en distintas fechas los siguientes cuentos: “El romero de las bellas promesas” (27 de Octubre de 1918) en el semanario local Gente Nueva y en La Independencia; “Una quimera transcendental” (9 de Abril de 1919); “Las palomas de Pomares” (10 de Mayo de 1919); “Figuras de porcelana” (14 de Junio de 1919); “El clavo ardiendo” (12 de Agosto de 1919); “Maldición” (14 de Agosto de 1919), todos ellos publicados en el periódico El Defensor de Granada. En este mismo periódico apareció publicado el boceto teatral “Conflicto del Arte” (14 y 15 de Septiembre de 1919) y la novela corta El cerco, como folletín en varios días del mes de Agosto de 1920; el cuento “Lo que decidieron los hombres de Aldaja” (1 de Febrero de 1920) última publicación en la revista madrileña Blanco y Negro; los cuentos rurales “El aparcero” (mes de abril de 1929); “Águilas sobre el coto” (mes de Junio de 1929); “Las palomas de Pomares” (mes de Noviembre de 1919) en la revista Agricultura de Madrid; y “Figuras de porcelana” con dibujos de Serny (4 de Agosto de 1929) en la revista Cosmópolis de Madrid “La única carta de amor del viejo hidalgo don Gil” con dibujos de Miguel Salmerón Pellón (mes de Mayo de 1930) en la revista Cosmópolis de Madrid.
Pero, además de su producción en prosa, también publicó varias poesías en el semanario Gente Nueva de Berja: su trilogía “Corazón de ciudad”, “Corazón de campo” y “Corazón de sierra” en el año 1918; “Plegaria a la Virgen de Gádor en el día de su fiesta” (8 de Septiembre de 1918), poema que fue musicalizado por el compositor y maestro almeriense Rafael Barco; y su elegía “Para ti”, dedicada a su novia Encarnación Santaella Robles, que había fallecido a la edad de 19 años.
Por todo ello pensamos que el Ayuntamiento de Berja debería de programar algunas actividades culturales conmemorativas del I centenario de este excepcional escritor virgitano, que al igual que Mariano José de Larra, falleció a una edad muy temprana (28 años), así como activar la moción que ya presentaron todos los concejales de los distintos grupos políticos del Ayuntamiento de Berja en el mes de Abril de 1987, solicitando que fuera declarado “Hijo Predilecto” de Berja, al igual que su hermano Miguel. Confiamos que nuestra petición no caiga en saco roto.