¡Gracias, papá!

Antonio Mondragón Caracuel

  • Mari Carmen Mondragón Mullor

Don Antonio Mondragón Caracuel, Maestro Nacional y a mucha honra. Estuviste en varios pueblos impartiendo enseñanza, Alboloduy (Almería), Los Algarbes (La Carlota, Córdoba), Puente del Río (Adra), hasta que te instalaste, definitivamente, en Adra (Almería). Allí has pasado la mayor parte de tus años profesionales, en Cavite (IES Virgen del Mar), CEIP Mare Nostrum e IES Gaviota. 


Los cuarenta años que dedicaste a la educación te sirvieron para ser agradecido y reconocer el esfuerzo y cariño de tu madre; siempre decías que si no fuese por ella no habrías acabado magisterio en tu querida Almería.


Una infancia difícil, te quedaste sin padre con dos años y tu madre, viuda, decidió estudiar la carrera de matrona para poder darte una buena educación. Su decisión implicó tu ingreso como interno en la Salle (Almería) y en la SAFA (Úbeda, Jaén). Esa soledad y la tristeza de no tener padre siempre la recordabas a tus amigos y familia.


La satisfacción de ejercer tu carrera y de poder compartirla con tu esposa, Mari Carmen, nos sirvió a mi hermano Antonio José y a mí para saber que después del esfuerzo viene la recompensa, y que nunca tenemos que rendirnos a las dificultades de la vida. 


Desde pequeños nos decías que teníamos que estudiar, porque nos haría libres para decidir en la vida, y que no importaba fracasar si eso nos hacía más sabios para aprender de nuestros errores y avanzar.


Papá, ahora me toca a mí darte las gracias como tú hacías con la Mami Pepi. Si he acabado mis estudios es gracias a ti, si después del fracaso he seguido es gracias a ti y si intento luchar y seguir adelante es porque sé que tú estás ahí para ayudarme. Sigue tu camino, papá, porque tengo a mucha gente que me quiere y me ayuda. Siempre a nuestro lado, papá. 


TE QUEREMOS.


DEP.


Tu hija