El catedrático de Medicina Hugo Galera Davidson (Santa Cruz de Tenerife, 1938-Sevilla, 2020) era una persona entrañable y enamorado de Sorbas, su auténtico pueblo donde pasó toda su juventud y con su cita anual en vacaciones. Joaquín Amérigo me informó de la noticia, antes de que las ediciones digitales de toda España informaran sobre su muerte por culpa de un cáncer.
Estudió en Granada y contribuyó a la creación de la Facultad de Medicina de La Laguna. Sus padres tuvieron que trasladarse a Canarias al ser desterrado su padre durante la dictadura de Primo de Rivera. El delito fue escribir un artículo de apoyo a la República en el periódico Correo. “Solo”, me dijo en una ocasión, “fue un año de castigo, pero mi padre conoció allí a mi madre, nacida en Stratford-upon-.Avon, el pueblo de Shakespeare, y decidió quedarse. Sus padres le pidieron que jamás entráramos en política. “Yo quería hacer ingeniería o derecho y al final me decanté por la medicina como mi hermano que desarrolló su carrera en Tenerife. Yo que soy un liberal lo he tenido en cuenta para no entrar en la política activa”.
La etapa de Hugo Galera al frente del Real Betis se inició en 1989 y rescató a los verdiblancos del desastre y subió al equipo a Primera. Los hijos de Hugo Galera poseen uno de los paquetes accionariales más importantes del Real Betis. Ocupó la cátedra de Anatomía Patológica hasta su jubilación y participó en actividades culturales como el Ateneo.
En 2009, recibió el premio Santiago Ramón y Cajal y fue elegido presidente de Real Academia de Medicina de Sevilla. La foto que acompaña el obituario se la realicé una tarde de las fiestas de Sorbas de agosto de 2018 y escribí: Hugo Galera aceptó amablemente acompañarme a una visita a Los Gallardos. Me pidió tres condiciones. Visitar el cementerio, el ayuntamiento y la Iglesia.
Aprendí que es un hombre sentimental, sensible. Me pidió que le fotografiara observando los nichos de la familia numerosa de los Pérez Soler, farmacéuticos de mi niñez, los padres y hermanos de mis amigos Emilio y Pedro. Saludó al panadero Sebastián “El Lanero”, nieto de familia de Sorbas quien se quedó emocionado y recordó. “Hugo Galera operó en Sevilla a mi padre y no nos cobró ni un duro”. Tiene recuerdos para Cuevas del Almanzora desde la revista El Afa que dirigen Andrés Pérez y Pedro Soler Valero: “El Colegio de los Dominicos de Cuevas contribuyó a que muchos jóvenes de la comarca pudieran acceder a la enseñanza media. La orden religiosa, como algunas otras, tuvieron que salir de Filipinas, a finales del siglo XIX ante la rebelión indígena. En Cuevas de Almanzora, la familia Pérez-Soler protagonizó la captación de los dominicos para el fin docente. Parte de esta información la recibí durante el tiempo que fui Cónsul de Filipinas en Sevilla”.
Conversamos sobre fútbol, de su experiencia, las amenazas de los caciquillos, de su hermano exdirectivo del Tenerife y las satisfacciones.
Hay mucha historia en el haber de una persona que sigue ligada al deporte como líder de Béticos por el Villamarín.
Le informé que desde la etapa de las minas de Bédar, 1958, el equipo de Los Gallardos luce las camisetas del Real Betis. “Vaya”, exclama, “de saberlo en mi etapa de presidente bético habría tenido algún gesto con tu pueblo”, lo explicó en el antiguo Bar de Baltasar ante la familia de Paco Torres.
En Sorbas, Hugo disfruta de la amistad. Mientras lo despido, un paisano le ha preparado una bolsa de hortalizas del Río Aguas, río que se está secando, sin que se tomen medidas. Disfruta de la conversación con los doctores García Capilla y Simón Navarro, el pintor Pedro Soler y los Amérigo de Sorbas, ciudad donde nació su padre. “Mi abuela Pilar Navarro tenía poder, información y por eso le respetaban. El cura no le confesó sino que ella le confesaba, de ahí que le temieran”. Ese fue el resumen del perfil que tracé para este periódico.