Triste adiós a Diego Hermosilla, un querido vecino de Sorbas

Era inspector de Sanidad, y ejerció de farmacéutico en Fines

Diego Hermosilla Fernández

  • Antonio Torres

El inspector de Sanidad, Diego Hermosilla Fernández, se le dijo adiós ayer en Sorbas. Era una persona muy apreciada en diversos ámbitos. 


Tras ejercer varios años de farmacéutico en Fines, y su esposa Encarni Mañas como profesora en Olula del Río, el matrimonio apostó por la capital y ahí continuaron sus carreras y con el sueño de facilitar a su hija Elena las mejores salidas estudiantiles. Y estar más cerca de su madre Filomena, una mujer que pese a su edad avanzada sigue siendo un ejemplo de laboriosidad para muchísimas personas. 


Conmoción En Sorbas, ayer no se podía respirar por el dolor causado por la muerte de su gran vecino. 


Hermosilla, como inspector de Sanidad, adscrito al Distrito Almería, no le perdía el ojo al Molino las Canales y la sobreexplotación del acuífero Río Aguas con su sentencia de que habrá consecuencias de todo tipo si se deja morir al cauce. Era uno de los artífices de vernos cada cierto tiempo con los alumnos del Instituto de Vera donde estudió. 


Fue un gran portero de fútbol, destacando sus actuaciones en los mejores años del Vera, junto a su cuñado Miguel Ángel, y del Sorbas, su pasión, donde nació en 1956. Veterano socio de la UD Almería, equipo al que hemos seguido por media España, junto a su apreciado y paisano Joaquín Amérigo. 


Su vasta cultura y el sentido del humor irónico, muy fino, elegante, hacía que todos lo admiráramos. En los malos momentos, siempre mostró serenidad. Recuerdo las noches en Cruz Roja cuando una dura enfermedad acabó con la vida de su padre, tras ejercer de emigrante en Alemania. También hemos estado en diversas circunstancias como la prematura muerte de su primo Diego, compañero de piso y de sueños en su piso de estudiante en Granada. 

Son decenas de testimonios que he ido recibiendo de todo el mapa provincial.


Muy querido Es el amigo que siempre estaba ahí. Junto al profesor Eugenio Carretero, cansados de hacer autostop desde Sorbas o Los Gallardos, organizamos los primeros viajes en autobuses desde varios puntos de la provincia para fomentar San Marcos en Ohanes. Es una de las batallitas de las que nos mostrábamos satisfechos cuando no éramos ni adolescentes. 


Hemos compartido viajes. El de Nueva York fue el que más permanece en el recuerdo. Hay muchas más cosas positivas que se agolpan. Cuando se cumplen años, uno se hace más exigente con los amigos y si ves que se arrugan, los bajas de escalón. Diego nunca falló. Confianza mutua. Una persona íntegra, de palabra a la que debemos imitar.