Luis Pastor
- La Voz
Tal vez lo que no somos capaces de expresar sobre algunos hombres únicos mientras están entre nosotros, tengamos que hacerlo cuando se hayan ido para siempre. Es la naturaleza humana, y suele ocurrir casi siempre. Y no debería ser así, pues cuando se tiene la suerte de coincidir con personas como Luis Pastor Rodríguez, tendríamos que ser capaces de dejar de lado la timidez, y al cruzarnos con ellos por la calle, expresarles nuestra admiración por cómo han afrontado la existencia, por la sencillez y discreción con que han vivido, por su especial carácter, por todo lo que son. Fue Luis Pastor un hombre hecho a sí mismo. Siendo un niño tomó la decisión de no conformarse con lo que el destino parecía haber fijado para él, en las durísimas canteras de Macael, su pueblo, al que tanto quería. Comenzó el bachillerato tarde, hizo el nocturno, estudiaba cuando podía. Un niño de brillante inteligencia, un joven con la ambición de llegar a ser alguien. Estudió la carrera con la facilidad de una mente privilegiada, y apenas terminó, se asoció con otro Luis. Luis Fernández Martínez. Crearon el estudio conocido por todo el mundo como de “los Luises”, que pronto se convirtió en una referencia en toda Andalucía. Probablemente la mejor arquitectura que se haya realizado en los últimos años en la provincia de Almería. Y en ello tuvo mucho que ver Luis Pastor. Hombre discreto, afable, sabio, amante de su familia, dotado de virtudes, amigo de sus amigos, al punto de que una vez que alguien lo conocía se transformaba de inmediato en admirador de alguien que siempre pensaba en los demás antes que en sí mismo. Un extraordinario presidente del Colegio de Arquitectos de Almería, alguien que siempre ayudó a los compañeros con total generosidad, sin escatimar horas ni kilómetros para que todos los compañeros se beneficiaran. Él siempre veía más allá. Es difícil pensar que ya no está entre nosotros, que ya no nos encontraremos con él, que no volveremos a ver aquella sonrisa amable cargada de sabiduría y buena voluntad. Pero Luis ha dejado un ejemplo de discreción, de sentido común y de amor por una provincia, que si ahora es mucho mejor que hace años, lo es gracias a personas como él. Echaremos de menos a alguien como Luis Pastor, pero siempre podremos decir con orgullo, que tuvimos la fortuna de compartir con él parte de nuestra vida.
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