Adiós a Isidro Pérez Molina, el señor de los Baños

Fallece Isidro Pérez Molina

Se ha ido el señor de los Baños

  • Manuel Morales

A mediodía de este martes recibía una mazazo cuando, Cayetana Alba, me llamaba por teléfono para decirme compungida entre sollozos: "Manolo, el El Niño se ha ha ido", aunque algo esperado pero no con tanta premura quedé perplejo y necesité algún tiempo para reaccionar.


Se nos ha ido 'El dueño y Señor de los Baños' como le gustaba denominarse a, Isidro Pérez Molina, cuyos cadáver descansa en su Balneario de Sierra Alhamilla, nunca quiso salir de allí, hasta mañana que recibirá sepultura en el cementerio de su querida y amada Granada donde vio la luz.


En estos momentos de enorme tristeza por la desaparición de un buen amigo, casi familia de adopción, creo que así nos sentíamos los dos y cuantos les rodeaban me llegan a la mente muchos recuerdos y vivencias con el y su familia durante casi treinta años, desde que inaugurara el Balneario de Sierra Alhamilla, el gran sueño de su vida.


Venía de regentar el Hotel Simone en Roquetas y anteriormente un conocido Mesón en Almerimar, ha sido un trabajador y emprendedor incansable, incluso aventurero, trabajó años en Alemania en una fábrica y de profesor de español, y no ha dejado de ir nunca allí, donde cuenta con n numerosos amigos.


Ha vivido en diversas ciudades españoles y ha viajado por casi todo el mundo su último, incluso en diversas ocasiones ha visitado a la Legión en diversas misiones militares, habitualmente acompañado pro su querido amigo el fotógrafo y periodista Miguel Temprano.


Su pasión era el ejercito y La Legión, se consideraba uno más de ellos y era correspondido, ostentando el título de Legionario de Honor, recibiendo hace unas semanas un caluroso homenaje en la base de la Legión, esta fue su ultima salida de su querido balneario.


Isidro Pérez, ha vivido una vida intensa y el Balneario de Sierra Alhamilla ha sido su gran obra, la restauración del mismo que fue muy costosa, ya que el inmueble lo adquirió en unas condiciones de ruina deprobable y con su esfuerzo y el de su familia, lo pusieron en pie y más tarde lo han explotado durante casi treinta años.


Como no podía ser de otra manera sentía pasión por su familia, por su compañera durante 35 años, Cayetana y sus hijos, que siempre le han admirado y arropado y sobre todo en su recta final, que no lo han dejado un momento, a toda la familia les expreso mi dolor en estos momentos y que sean fuertes para continuar su legado. DEP