El embajador de Mojacar, Turre y de toda Almería en Nueva York, Miguel Sáez García, falleció el pasado viernes en la ciudad de los rascacielos. Especializado en Cirugía cardiovascular. Nacido en Mojácar en 1932, hijo de agricultores, fue alumno de Bartolomé Flores en Mojácar y de Celia Viñas en Almería. Un viaje con amigos ratifica el dato de su gran bondad y generosidad. Viajé durante seis días a la ciudad que nunca duerme. Fueron seis días muy intensos, ganando horas al sueño. Sáez nos recibió y sin tiempo nos trasladó al tesoro oculto, a la Hispanic Society of America, un museo, olvidado por los turistas, que alberga la mejor colección de la cultura visual española que hay en el mundo fuera de sus propias fronteras, creado a principios del siglo XX por el filántropo Archer Milton. El anfitrión nos trasladó a la cena de homenaje que esa noche se tributó a su amigo el diplomático Javier Rupérez. La escultura del Cid preside la plaza.
Aquí fotografiamos a Miguel Sáez con el matrimonio de Sorbas Diego Hermosilla-Encarna Mañas. Fueron días de emociones, una detrás de otra, especialmente con el cuadro de la Duquesa de Alba que Francisco de Goya pintó en 1797, vestida de negro. Miguel Sáez y Carol, una mujer sosegada que tiene la virtud y pedagogía de una cosa que nos falta, saber escuchar, nos abrieron la sala para poder disfrutar de la compañía de las grandes obras españolas. Allí coincidimos con Carlos Sentís, hijo del periodista Carlos Sentís (Barcelona, 1911-2011). “Mi padre, periodista vocacional, ha mantenido hasta el último suspiro su columna en La Vanguardia y en casa siempre recuerda sus viajes a Almería por las bombas, el baño de Fraga y el potencial turístico que se abrió con la apertura del Parador de Mojácar, en aquel año de 1966”. Sáez nos presentó aValentín Fuster, director del Instituto Cardiovascular del hospital Mount Sinai de Nueva York y candidato al Premio Nobel. Sáez huele todos los actos que españoles organizan en Nueva York. De hecho, Sáez tiene el privilegio de aparecer en la Enciclopedia del Español en los Estados Unidos.
El editor Juan Grima me dio la noticia del fallecimiento de una persona con la que forjó una gran amistad y al que le editó y presentó varios libros. Grima intentó hace unos cuatro años que el Ayuntamiento de Mojácar lo nombrara Hijo Predilecto. Por su difusión de la tierra, estamos seguros que se le preparará un homenaje póstumo en su Mojácar natal. Grima lo define como una excelente persona con una mentalidad moderna, que se hizo un grande por su alta cualificación profesional, trabajo y honestidad. Las veces que Grima ha viajado a la capital del mundo, siempre se ha encontrado con la sabiduría de Sáez y su esposa Carol. Casi todos los españoles que han viajado a Nueva York han podido disfrutar la amistad, conversación y sensibilidad de un médico que escribió poesía, con todo lo que ello significa de pensador. En la imagen, tomada en Nueva York, en 2004, se observa a Juan Grima, la hispanista Marlene Gotlieb, catedrática y decana de la City University of New York y el juez Baltasar Garzón que acudieron a la presentación del libro “Mojácar desde mis adentros” de Miguel Sáez.