Nos dejó sin decir adiós. Sin hacer ruido. Siempre quería pasar desapercibido. Así era y así seguirá siendo para nosotros nuestro querido amigo Pío. Trabajaba en la empresa concesionaria del servicio de limpieza y recogida de nuestra querida ciudad. Pío Rodríguez Montoya tenía 58 años de adoración a su familia, a sus amigos, a su ciudad y a su Unión Deportiva Almería.
Era colaborador del club y su equipo lo recordó el pasado sábado con un emotivo minuto de silencio en el Estadio de los Juegos Mediterráneos. Fue en la víspera del partido contra el Lugo y su equipo del alma le brindó cuatro goles.
Pío era y es una persona muy querida en Almería. Sus compañeros le hicieron un emotivo homenaje con el desfile de los camiones de la empresa por la puerta del tanatorio donde estaban sus restos mortales. Pío siempre tenía una sonrisa para todos y no se enfadaba con nadie.
Su corazón, repleto de solidaridad y afecto para con el prójimo, está presente en todas las calles de nuestra Almería. Vecinos de todos los barrios le echan de menos. Y es que nunca ha pasado ni pasará desapercibido. Como su nombre. Diferente, peculiar y personal. Siempre estarás con nosotros.