La familia de Canal Sur Radio y Televisión estamos de luto por el fallecimiento el sábado de una profesional de los que todos nos sentimos privilegiados por haber trabajado y compartido en lo humano con ella. Rigurosa y seria en su trabajo, gran persona, huyendo de los comentarios de la gente tóxica. Lola Herrera García, 55 años, casada con el insobornable periodista también de Canal Sur, Pepe Plaza, y madre de dos hijos brillantes en los estudios, Daniel y Rubén, que siguen la estela del respeto y de ser referentes como sus padres. Se me amontonan los recuerdos. Desde su llegada a Almería, a la antigua sede de la calle Maestro Serrano, y su boda. Se me quedó en la retina ver a Lola bailar con su padre, comerciante, y que le inculcó su gusto por la música.
O el privilegio de disfrutar una cena de oro en Aguadulce. Nunca he visto unas personas tan cariñosas, inteligentes y afectivas. Todos los adjetivos son pocos. Los que la conocen y leer saben que tópicos, ninguno. Mucha valía, sin exhibicionismo en una profesión que invita a ello. Un matrimonio que huye de los egos. Lola se fue sintiéndose querida por todos: “Sentí el cariño y el ánimo que me transmitieron todos cuando anuncié que tenía cáncer”. A Lola le confesé en plena madurez lo mucho que la apreciaba. “Montar o editar vídeos es contar historias con imágenes. Es como formar un rompecabezas cuyas piezas tienen que encajar. Me sigo emocionando con la belleza plástica de algunos planos de Semana Santa, de rincones de Almería, o cuando los protagonistas son niños, ancianos o personas que vienen a contar sus problemas”.
En los inicios de Canal Sur Televisión en Almería recordamos la pérdida de la primera montadora de vídeo María Eugenia Domínguez “Mariuca”. Hoy recordamos a Mariuca y Lola que quedan eternamente en nuestra memoria. El gran público se queda con la cara de los que presentan, pero detrás hay un trabajo de equipo y ellas han representado la voluntad de hacer mejor el trabajo de los reporteros de la tele.