Toda la zona de Turre quedó muda cuando a primera hora de la mañana se levantaron con la repentina muerte de Damián Cazorla González, Damián el barbero de Turre, de 74 años, en su domicilio del Malecón de Garrucha, y que será enterrado esta mañana en Vera, la ciudad natal de su esposa. Cada día abría peluquería en la Avenida Almería, 17 de Turre. Se acogió a la jubilación parcial para no abandonar, ni un solo día, a todos sus clientes que le adoraban. Así lo recuerdan el exalcalde Arturo Grima quien lo califica de institución en Turre, Juan Llorente por su profesionalidad o Francisco Morales Reyes de Las Alparatas definió su cercanía que hacía a uno sentirse en casa. Damián, "un turrero de toda la vida", como Antonio Cazorla lo calificó en Turre Grande en Facebook.
A Damián, el barbero, lo conocí “antes de conocerlo físicamente”. Supe que era el único vecino de la comarca que estaba suscrito al diario deportivo Dicen, editado en Barcelona, aunque yo tiraba más por el boletín mensual del Real Madrid que recibían José María Gallardo “José María el largo”, apodo porque era muy alto y el cura de Los Gallardos el desaparecido Juan José Muñoz del Pozo. Ahora, Damián se estará riendo de esa historia. Para situar al lector. Este periodista era un adolescente y ayudaba en la clasificación de la correspondencia que hacía mi padre Andrés, el cartero de Los Gallardos, con las cartas que venían en sacas en Alsina Graells. Distribuíamos, además giros postales y paquetería con destino a Bédar, con el cartero Ramón Rubio, bisabuelo de la estrella mundial del baloncesto Ricky Rubio que bajaba a lomos de su burro, y de Turre recuerdo al añorado Juanico Haro y, posteriormente, su sustituto, el cartero Ginés, el de Serafín el pescador. A Damián, lo conocí físicamente cuando abrió su establecimiento en la Calle de las Palmeras, junto a la Iglesia, a principio de los años setenta cuando acompañaba a mis ídolos del fútbol, mayores cuatro o cinco años, como Diego Fernández el del Ventorrillo, Agustín Latorre, Juan Ortega El Arroyao, y, sobre todos, mi hermano Andrés. Descubrí una peluquería, la más moderna de la comarca, innovadora, y un gran conversador y solidario con todos fueras de donde fueras. El carácter de Damián Cazorla, siempre, te hacia sentirte bienvenido cuando llegabas a Turre.