El prestigioso catedrático de Medicina Legal en la Universidad de Granada, Enrique Villanueva Cañadas (Órgiva, 1940), falleció en la madrugada del miércoles. Villanueva intervino en la vista oral del Caso Almería en julio de 1982. A instancias de los abogados defensores de los tres guardias civiles procesados y condenados, participaron otros catedráticos como Francisco Nogales de la universidad granadina y el expresidente del Real Betis, catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad de Sevilla Hugo Galera, vinculado familiarmente con Sorbas, tal como hemos escrito en más de una ocasión en este periódico. Los tres reconocieron en su dictamen verbal que, en el momento de la combustión del vehículo, las tres víctimas ya habían fallecido.
“Está basado exclusivamente en el informe realizado por los dos forenses de Almería” y que, por tanto, sus fuentes eran indirectas. Los doctores, vinculados a la Audiencia Provincial de Almería, Antonio Plaza y Basilio Compán, fueron los que hicieron la primera autopsia a los tres jóvenes Luis Montero, Luís Cobo y al almeriense de Pechina Juan Mañas Morales.
El catedrático Enrique Villanueva, presidente de la Comisión deontológica del Colegio de Médicos de Granada, manifestó, a una pregunta del abogado Juan José Pérez Gómez, defensor del teniente coronel Castillo Quero, que “precisar la causa de la muerte es muy difícil, pero de lo que no cabe duda es que cuando se produce la combustión las víctimas son ya cadáveres”.
Durante el Caso Almería fue decano de la Facultad de Medicina, periodo 1981-1984. Al curtido periodista Andrés Cárdenas, Villanueva le confesó que su padre llegó a ser comandante del ejército republicano y estuvo como médico en Adra. “Oía muchas historias del Cura de Cáñar porque una de las partidas que obedecían a este hombre fue la que secuestró a mi padre. Estoy convencidos de que los maquis existieron hasta que Franco quiso porque así, de alguna forma, nos tenía entretenidos. Era algo ficticio e irreal porque la mayoría de los maquis no eran personas que luchaban contra el fascismo como querían hacernos ver, sino que habían encontrado una manera más de supervivencia”, le dijo a Cárdenas.