Se va a cumplir un mes desde que nos ha dejado una gran persona, un gran amigo.
La amistad de nuestros padres nos unió desde el momento en que nacimos. Siempre nos hemos seguido el uno al otro a lo largo de nuestras vidas, que hemos podido compartir con confidencias, alegrías, tristezas, vida y cuanto ella significa.
Me siento muy triste porque no volveré a verte, porque nuestra Almería no podrá disfrutarte. El único consuelo con el que se queda mi corazón es poder haber comprobado cuanto te quiere esta Almería a la que encajaste a la perfección su zapato de cristal y a la que retrataste como nadie.
Todavía me conmueven tantos y tantos gestos de despedida:
Escribía el rector de la UAL, Carmelo Rodríguez, “Se ha ido uno de los profesionales de la información más carismáticos y entrañables de nuestra tierra”
“El mejor redactor de la crónica social de Almería”, decía Mar Segura.
Tu compañero, Tony Fernández te recordaba, “Era un periodista de raza capaz de retratar todo lo que se ponga por delante”
Ginés Alonso, lo bordaba con un ”Porque si existe el cielo es para personas como tú”.
Antonia Sánchez, te rememoraba “La foto que faltaba para completar el cuadernillo siempre la tiene Barrios”
MC Girado, “Lo llenabas todo con tu presencia. No hace falta ser importante para ser querido. Ayer se desbordaron las redes sociales”
Pedro Manuel de la Cruz, siempre preciso en sus palabras, “Siempre cariñoso. Siempre activo. Era un torbellino imposible de sucumbir al cansancio. Barrios, además de un reportero clásico ha sido un almeriense de los que le dan prestigio a una ciudad”
Manuel León, evocaba cuanto significaste “Es un caballero andante, Barrios, con cámara en vez de adarga con los ojos brillantes de que disfruta haciendo lo que hace”
La Asociación de la Prensa de Almería te reconocía “Barrios todo un referente cofrade de la Semana Santa almeriense”
La Asociación Altea “Autismo” destacaba tu eterna solidaridad, “Un reportero implicado que daba voz a los que los necesitábamos”
Eres tan grande que hasta has sido capaz de poner de acuerdo a toda la clase política de nuestra provincia, recordándote, añorándote y sintiéndote.
Se hace un nudo en el alma al pensar que un objetivo se ha quedado sin esa retina valiosa, inquieta y mimosa.
Solo mayor que la esencia que has dejado en la gente, es el vacío que nos dejas a quienes te conocemos, a quienes hemos crecimos a tu lado, a tus queridísimos hermanos y a tu encantadora esposa María del Mar. “No podríamos haber tenido nunca a nadie mejor a nuestro lado”.
¿Recuerdas a San Ignacio de Loyola?: “No el mucho saber satisface el Alma, si no el sentir y gustar de las cosas”
… Eso eres tu Juan Antonio Barrios
Y ahora, recordándote, se me viene a la mente las tantas y tantas veces que le gritaste emocionado a tu virgencita aquello de “con ella al cielo” y pienso enternecida que ahora tú te has marchado allí, con ella al cielo.
Nunca te olvidaremos, nunca te olvidaré