Después del torrente de emociones vivido hace unos días y dejando reposar los sentimientos, no puedo por menos que mostrar mi agradecimiento. Gracias a Álvaro, ese angelito que ha pasado tocando nuestras vidas y que a pesar de su enfermedad ha transformado nuestro corazones.
Cuando lo abrazabas, lo besabas y posabas su mano en él para querer consolarlo, era uno mismo el que se inundaba de una paz tremenda. Hay seres que nacen con un don especial y tú, Álvaro, eres allá donde estés, uno de ellos. Tus padres, Eva y Joaquín, han tenido el privilegio de disfrutarte y a ellos dedico estas humildes palabras.
En 18 años de vida no he visto ni un solo mal gesto, ni una sola queja. No digo que no los hubiera, al igual que esas largas noches que durante tantos años han estado pendientes de ti. Solo he visto BONDAD a raudales, mucho AMOR y una complicidad sin límites en una pareja que se lo merece todo.
Ahora abren una nueva etapa de su vida, en la que estoy seguro que van a seguir siendo un ejemplo para muchos. Además saben que tienen una familia maravillosa, que les va a sujetar y apoyar en todo lo que haga falta. Gracias Eva por ser ese ejemplo de padres que todo hijo querría tener, gracias por mostrarnos a tumba abierta como se puede ser generosos sin límites y darlo todo por amor, gracias por regalarnos vuestras sonrisas siempre. Un fuerte abrazo de vuestro primo.