No puedo evitar asociar su significado a los últimos momentos de vida de nuestro padre. Unos momentos efímeros para él y sus recuerdos. Maldigo esa enfermedad.
Sin embargo el estribillo dice:
Pero tú eres lo último que veo
Antes de vencerme el sueño
Siempre estas conmigo en una dimensión
Lejos del olvido.
Por eso escribo estas palabras, para alejar del OLVIDO la memoria de nuestro padre. José Cazorla. Pepe Cazorla para los amigos. Pepe Soluciones para su familia. Papá.
Un niño que aprendió las oraciones siendo monaguillo, un niño que trabajaba hasta vendiendo chocolatinas en un cine de barrio, un niño humilde que aprendió la profesión de COMERCIO y le dedicó toda su vida. Un joven que paseaba a su novia en vespa llegando hasta Cabo de Gata. Un enamorado del Club de Fútbol Almería en la “Peña El Tranco”. Un sindicalista que no pegaba ojo la noche del 23F. La persona que me enseñó a envolver regalos y ser detallista. Quién me regaló mis primeros vinilos. El caminante con abrigo negro que cada noche de Reyes nos traía libros, perfumes y un poquito de carbón dulce.
Un aspirante a banquero, a policía…que tuvo que estudiar en el Celia Viñas por las noches para obtener el título de Bachillerato. Cerraba la persiana de la tienda de muebles y objetos de regalo “Paris-Madrid” para ponerse a estudiar, mientras su mujer e hijas esperaban en casa. Siempre manchaba los bolsillos de su camisa con la tinta de un bolígrafo.
Un prodigioso de la expresión escrita que me ayudaba a ganar concursos de redacción escolar y me acompañaba en mis oposiciones. Siempre quiso que mi hermana y yo estudiásemos. Él fue el primero en sorprenderme con un ramo de flores. Con el tiempo, le hice el mismo regalo.
Un buen padre, amigo, yerno, suegro, hijo y esposo que no tenía que confesar ningún pecado ante el párroco que lo paraba a pie de calle. Nunca hubo gritos en casa y la hora de la comida era para hablar mucho.
Un emprendedor que peinando canas decidió hacerse empresario con gran valentía y nos hizo soñar a toda la familia. Únicamente la crisis del ladrillo hizo peligrar su patrimonio familiar, así como su descanso por la noche. A partir de ese momento, todo se quebró y empezó con su jubilación un viaje sin rumbo no tan placentero como hubiéramos deseado.
La canción EL DORADO de Revolver también refleja su lucha día a día para sacar a flote su hogar:
He pasado mil años viendo como mi madre
Trabajaba y llegaba a casa siempre tarde
Una vez y otra vez treinta días al mes
Cada noche después de estar ya acostado
La sentía abrir la puerta de mi cuarto
Cambió el verme crecer por comer a diario
Por comer a diario
Vi a mis padres correr en busca del dorado
Vi a mis padres luchar cada uno por su lado
Lo mejor de sus vidas dónde se ha quedado
Quizás yendo detrás del maldito el dorado
Vi a mi padre luchar contra los elementos
Naufragar con su vida contra el muro del tiempo
No tuvo otra oportunidad
Y llegaba a casa con las manos cortadas
De montar con las manos armarios de chapa
No tuvo otra oportunidad
Otra oportunidad
Esperamos que allí donde estés sigas envolviendo regalos y proyectando viajar con tu familia. Te queremos, Pepe.
Carmina, Agus, Inma y Belén.