Tenía 68 años. Nos conocíamos de adolescentes y nuestro saludo era un largo final de los apellidos: PÉREZ-DOMÍNGUEZ. Ha sido un maestro todoterreno de la comunicación y ahora, sin ataduras, seguía en el mundo de las ondas a su aire.
Juan Domínguez estuvo más de cuatro décadas hablando a través de un micrófono. Su noviazgo y maridaje con la radio arrancó el verano de 1973. Estudiaba COU, suspendió Matemáticas y en la academia Cervantes conoció a Juan Muñoz que a la sazón sería como su promotor con el medio, aunque este se marchó al poco tiempo a Radio Intercontinental, pero recomendó a Paco Moncada, director de COPE, al joven Domínguez. Allí empezó todo.
Ha tenido que “lidiar “con grandes maestros" como Jose María García, Carlos Herrera, Agustin Castellote, Abellan y demás. Empezó haciendo programas musicales hasta que en 1976 se fue a la mili y fue en el verano de 1977 cuando Paco Moncada le propuso sustituir por vacaciones a Pototo y Mary Nieves Artero.
La gente ya lo conocía como el niño del Servicio Público porque hacía un programa de esta materia que escuchaba media Almería y la otra también. Al tiempo empezó a presentar discos en Cadena100 y en 1992 llega a Cope José María García y Paco Moncada le dice que si quiere hacerse cargo de los deportes. Ahí ha permanecido más de dos décadas y veinte en otras secciones.
Me contó Domínguez que uno de los días que más nervioso se puso fue cuando presentó en Madrid a Zinedine Zidane, que le entregaban las credenciales como embajador de los Juegos de Almería 2005. Luego presentó los Juegos Mediterráneos en Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla. Cuando le dijeron si quería presentar la ceremonia de clausura casi le da un infarto.
La experiencia de la radio se le queda pequeña en su denodado afán de superación y se enrola en las filas de Interalmeria, donde devora Deportes, Reportajes, Actualidad, etc... Más joven, micrófono en mano, Domínguez recorrió la provincia de Almería de norte a sur presentando atracciones, grupos y programas musicales en las mejores discotecas de esos momentos.
Aparte de ser una figura y amigo mío, es fue una gran persona, honesta profesionalmente, amigo de sus amigos y de una extraordinaria generosidad. Un beso al cielo, colega.