Aunque el viejo y sabio refranero español dice ‘líbrate del día de las alabanzas’, todo lo que hoy plasmo en este obituario no es fruto de que el bueno de Antonio nos haya dejado, precisamente en unas fiestas muy marcadas. Antonio Sánchez Ruano se ha ido con setenta y un años y con muchas ganas de vivir y de ser feliz en la vida junto a sus familiares y amistades.
Muchos años hace desde que tuve el primer contacto con él, en el concesionario que Citroën tiene en Antas, de ahí que siempre sería ‘Antonio el de la Citroën’. Allí ya me percaté de algunas de las cualidades que Antonio atesoraba, un grandísimo profesional con un magnífico talante para el público siempre con una educación exquisita y dispuesto a ayudarte y aconsejarte en todos los sentidos, daba gusto tratar con él.
Desde aquellos momentos fue creciendo nuestro trato y nuestra amistad, y ahí me iba dando cuenta de otras virtudes que hacían que siempre fuese un placer compartir unos momentos con Antonio, amable, formal, servicial, inteligente, exquisito en el trato, con muy buen humor, y, a pesar de los achaques que tuviese, siempre con muchas ganas de vivir.
Fiestas de Antas Muchos han sido los momentos vividos en las fiestas de su Antas querida, apenas nos veíamos íbamos uno hacia el otro para saludarnos con una gran alegría y se ganó el salir cada año la foto con su familia y sus amistades en las páginas del especial de La Voz sobre las fiestas de Antas. Aún retengo en la retina el momento que corría hacia mí comentándome que su nieta había sido reina infantil de las fiestas, que quería que los sacase en La Voz, y así fue. Se lo merecía por muchos motivos.
Orgullo Su esposa, sus hijos y nietos tienen que estar muy orgullosos del legado de virtudes que el bueno de Antonio les ha transmitido a lo largo de su vida. Y sus amigos, entre los que tengo la suerte de encontrarme, de haber conocido a esa buena persona de verdad.
Su vacío se va a notar muchísimo ya que estaba viviendo unos momentos extraordinarios en su familia, por eso animo a su Cari del alma a que ojala pueda sobreponerse a ese duro golpe que le ha asestado la vida siendo aún jóvenes y con muchas ganas de vivir.
Querido amigo Antonio descansa de verdad en Paz y ya me hubiese gustado haber escrito sobre ti en otra feria y no en un obituario. Un fuerte abrazo para tu estupenda familia.