Los Ángeles existen, tocó uno a mi puerta en pleno confinamiento y con el termo averiado, echando agua… no sabía que podía pasar. Él llegó a casa y me lo solucionó… así nos encontramos.
Las almas conectan… es posible que a la primera mirada y conexión de Fe.
Ángel era así…un Hombre Bueno, un Hombre de Fe que estaba sirviendo y ayudando al mundo con un disfraz de Fontanero.
Era de las pocas personas que venía a casa a “salvarme” de cualquier tema de fontanería.
Mi perra Suina siempre se alegraba de verlo y mi niño Mateo, en mi vientre entonces, estoy segura que también.
Cuando Mateo se fue a las 36 semanas de embarazo, aquel mensaje de Ángel y de Inma, su mujer, me llegó al corazón, ese, que tenía hecho mil pedazos.
Comprendí que la amistad podía nacer y florecer en cualquier instante de nuestra vida, sin que tuviera que tener recorridos ni carencias predeterminados.
Llegaste un día a casa, diciendo que habías enfermado, y desde el Amor más Divino te regalé una medalla de la Virgen Milagrosa, esa que te acompañó y te acompaña Eternamente.
Estoy segura que la Virgen te acogió en su Amor y Luz.
Espero que ya veas y sepas desde dónde estás que estoy embarazada de la hermana de Mateo.
Espero también que Mateo te haya abrazado en su Luz Bendita, pues como Tú sabes “Él me trajo a Dios y la Fe que tanto nos acompaña y ayuda en el día a día”.
Estamos muy felices de que tu mujer Inma, haya sido tu compañera de viaje en esta vida, pues se respira el amor compartido y creado por vosotros, fruto de ello, vuestros hijos Amados.
Seguimos orando por ti, Ángel, con tanto cariño como lo hicimos, para que sigas en el Amor, cuidando de los tuyos y “arreglando nuestras tuberías de la vida”, cuando en momentos se atascan.
Que Dios y la Virgen te Bendigan, Ángel. Te amamos y siempre en nuestro corazón. Besos al cielo para Ti y mi Hijo Mateo.