Arquitecto de la organización escolar del Colegio Piloto Europa

Las actividades complementarias y extraescolares constituyeron uno de los ejes vertebradores

Antonio Castillo Torres

  • Miguel Moreno González

Amalia y José Ángel Ramos Cuadra, hijos de José Ramos Santander, en la obra póstuma de éste, La Galaxia Educativa, anotan el siguiente comentario en referencia a su legado profesional: “Como maestro de maestros, la teoría aprendida en la Universidad y transmitida a sus alumnos de Magisterio, la llevó a la práctica en su proyecto más querido, una ilusión realizada, mezcla de belleza y ciencia, el “Colegio Público Europa” de Almería, reconocido en R.D.2061/1978 como “Centro Piloto Nacional”, logro que alcanzó gracias a un excepcional equipo de profesores, padres y alumnos”. En la actualidad, dicho centro, se denomina CEIP Europa José Ramos Santander.


A partir de este comentario es posible construir y relatar la biografía pedagógica de Antonio Castillo Torres  por su aporte diferencial y extraordinario a una idea educativa que se inicia en 1972, con la apertura del Colegio Europa donde emerge su figura como director. La Reforma Educativa (Ley General de Educación de 1970) ofreció la posibilidad de crear líneas de trabajo ambiciosas, con sentido cooperativo, interdisciplinar…, con laboratorios y medios audiovisuales vanguardistas, amén de una organización en los agrupamientos que permitía atender, con una metodología específica, procesos de recuperación y proacción con resultados extraordinarios. Llevar todo este proyecto a lo cotidiano era fruto de una generosidad colectiva, bien hilvanada por su figura, que sabía en cada momento aplicar a las diversas situaciones en conflicto y superar las dificultades con un entusiasmo digno de elogio.


Las actividades complementarias y extraescolares, arropadas por una Asociación de Padres entregada al proyecto y bien informada de las necesidades por nuestro director, constituyeron uno de los ejes vertebradores para conseguir una educación integral y sentir la idea de centro como un elemento sumatorio que impregnaba y promovía  la cooperación, la integración, la solidaridad, la creatividad… A tal fin se participaba en competiciones oficiales en balonmano ( el 12 de abril de 1984, la Federación Española de Balonmano le otorgó el título de Escuela de Balonmano) y atletismo, a nivel provincial, autonómico y nacional con un potente club que ascendería a la Primera División Nacional de Balonmano. Se participaba todo tipo de concursos literarios, plásticos, musicales, destacando en ellos los distintos  grupos (Ucayali, Grupo de Ritmo Safari, Orfeón Europa 74, Europa Troupe75, Europa Folk 75, Europa 77) que coexistían en el centro. Las actividades en el medio natural en colaboración con el Grupo Cóndor, el esquí…, fueron elementos de diferenciales y altamente competenciales. En definitiva, se avanzaba en un paradigma ecológico-contextual que rompía con los modelos clásicos de la educación.


Pero sobre toda esta forma de entender la organización escolar y orientarla con la habilidad de un buen estratega, estuvo muy relacionada con el perfil humanode  nuestro director y amigo que, en definitiva, es el que deja la huella tan significativa de su vida. Esa media sonrisa sempiterna, acompañada de una mirada intencionadamente fugaz, muestra la sencillez del inteligente, la  humildad del sabio calderoniano donde, la emocionante afectividad que desprende sólo es comparable con la afirmación rotunda como respuesta a la petición imposible de sus compañeros: “dejaros de lechecillas”.