Fallece a los 90 años ‘la voz de terciopelo de la radio almeriense’

Ha sido posiblemente una de las mejores locutoras de Almería y la más popular

Emilia Martín Rodríguez

  • José Ángel Pérez

El pasado domingo 17 noviembre fallecía a los 90 años de edad la entrañable locutora Emilia Martín Rodríguez conocida como “La voz de terciopelo de la radio almeriense”. Nacida en Guadix a mediados de la década de los años treinta cuando tenía ocho años fue internada en el colegio de Huérfanos de Ferroviarios de Madrid ya que su padre estuvo más de cuarenta años vinculado al mundo del ferrocarril. Allí permaneció hasta cumplir los 16 años ya que obligatoriamente tenía que dejar el centro al ser de carácter mixto, trasladándose entonces al que en esos años existía en Torremolinos. Su llegada a la radio fue por un puro accidente. Eso fue lo que me contó en una de las pocas entrevistas que Emilia hizo desde que le llegase la hora de la jubilación estando en la emisora de Onda Cero Almería.


Fue aquí, en Almería y un ex novio tuvo la culpa. En la mitad de los años 50 y 60 se convirtió formando pareja radiofónica con el desaparecido Álvaro Cruz “Pototo” en uno de los personajes más populares de Almería gracias a la Radio. Guapa, simpática, de perfecta dicción y con un carisma especial ante el micrófono, Emilia Martín ha sido posiblemente una de las mejores locutoras de Almería y la más popular que ha dado esta profesión. 


Más de cuarenta años se mantuvo en activo. Se inició en Radio Juventud de Almería, la Estación Escuela en el año 1957. Allí estuvo cuatro años hasta que a mediados de 1961 pasó a Radio Almería donde hace más de una docena de años se prejubilaría existiendo ya como Onda Cero. 


Tuvo un novio Cayetano Ledesma, metido en la radio, un soñador y enorme artista que estuvo deambulando por el mundo del teatro y de la música cantando entre otros en “Los Trovadres”.


Un buen día en Radio Juventud- una locutora muy famosa la inolvidable Inma Codina- dejó la emisora y se fue a Guatemala. Cayetano Ledesma vino a buscarla para que hiciese una prueba en la emisora del Frente de Juventudes. Tenía unos 20 o 22 años. Se presentó junto a un grupo de chicas jóvenes como “aspirante” a convertirse en locutora y llegó el día. Otra locutora, Crucita Román se puso súbitamente enferma y desde el control uno de los técnicos le dijo a Emilia que entrase en el locutorio para dar un indicativo. La escucho el director, Sigifredo Ortega y así empezó toda su aventura. Uno de sus primeros programas en Radio Juventud fue uno de niños “Balalin”. En Radio Almería hizo otro similar llamado “Festival” que se hacía desde el teatro Cervantes. Luego llegaron los programas estrella de aquella radio como los recordados “Ondas de Medianoche”, “Ocho Globitos” o “Coser y Cantar”. Eso sí, los sueldos-casi como los de ahora - más o menos, A los nuevos 200 pesetas mensuales. 


Era tal la popularidad de los locutores en esos años, que la primera vez que vino nuestro paisano Manolo Escobar a presentar en Almería su disco “Debajo de los olivos”, desde Radio Juventud se hacía una especie de “tournée” en autobús por la provincia y Sigifredo Ortega- el director locutor- y Emilia Martín firmaban más autógrafos y fotografías suyas que el propio cantante. Con Emilia Martin hubo entonces una gran pléyade de grandes profesionales. Placida García Tristán, Marisol Martínez, Francisco Jose Cruz “Curri”, María Rosa Granados, Pilar Pizarro, Jose Antonio Belda, Juan Jose Perez “Juanjo”, Álvaro Cruz “Pototo”, Paco Moncada, etc.


En estos momentos de escribir rasgos de su biografía, recuerdo un anuncio de Emilia Martín que hacía bastante gracia sobre los caramelos “Pictolín” sobre todo a los más pequeños. Entonces los anuncios se hacían en directo y había que interpretarlos muchas veces al día, casi siempre de forma distinta. Y también hubo otro que fue muy popular en esos años, aquel de “Naturalmente, en Bazar Almería compra la gente”.¡¡Qué tiempos... o el singular “Para muebles muebles La Valenciana”


Descansa en paz maestra. Los que aprendimos de gente como vosotros nos vamos quedando huérfanos.