“Para mí siempre fuiste un amigo de charlas con el que podías hablar de todo”

Hace un año me dieron la noticia de tu muerte el mismo mes que mi padre. 25 años después volvisteis a veros: el tiempo pasa o vuela. Para mí siempre fuiste Bartolomé, ni cura ni padre, sino un amigo de charlas con el que podías hablar de todo, sin prisas, en ese centro de reunión que era el Café Colón o en mi casa. Recuerdo cuando aparecías en la tertulia y cómo luego te integraste en ella; cómo mi padre y tú la preparábais, mandando notas de prensa. Después de que él se fue tú seguiste llevándola, haciendo que la gente se interesara por la cultura. Te dedicaste a los ancianos, a toda persona que te necesitara. Fuiste escritor, un gran caricaturista, plasmaste el alma de las personas. Hace más años fuiste cura y profesor en la Compañía de María. El día de tu funeral, en la Catedral, recordé a mi padre. Ahora tendréis vuestra tertulia, seguiréis siempre juntos con los amigos y amigas que siguen llegando con vosotros.