“En el cielo hay muchas estrellas, una de ellas eres tú, abuelo”

Ha pasado un año de tu perdida, ‘lelo’. En estas fechas, tu ausencia se nos hace muy dura. Ha sido la primera Navidad sin estar contigo, ¡y resulta muy extraña! Tus recuerdos, el día a día que no estás con nosotros, las reuniones de toda la familia el día de nuestro Santo, con las comidas de la abuela... Todo no será lo mismo sin ti... En mi recuerdo veo esas tardes en las que íbamos a verte y estabas asomado en la ventana de la cocina del piso de Almería. Cada vez que paso, miro a esa ventana con la ilusión de volver a verte. Preguntándome ¿Por qué te fuiste tan rápido, abuelo? Cuanto me cuesta escribir estos renglones, estas palabras de tristeza… es muy dura tu ausencia. Este año me caso abuelo, fíjate, ¡se casa tu primer nieto! Daría todo por que pudieras estar conmigo y poder abrazarte… Tus fotos siguen en casa y, principalmente, mi padre, te echa mucho de menos, acordándose de ti día y noche. Y cuando las fuerzas nos dejan, hablamos siempre de ti. Recuerdo la última tarde que pasamos juntos, abuelo. Aquella del día de Reyes, en la que sin saberlo, me pude despedir de ti. El peor dolor que he sentido, en toda mi vida, fue al día siguiente, 7 de enero de 2011, cuando sin quererlo ni esperarlo me dijeron que te fuiste. Abuelo, aunque no llegues a leerlo, te dedico este pequeño homenaje, en tu periódico, sabiendo que desde tu lugar en el cielo, guiaras mis pasos en la tierra. “En el cielo hay muchas estrellas, una de ellas eres tú, abuelo”. Tu nieto, que nunca te olvida y te quiero mucho, Manolo…