Da nombre a una de las calles más céntricas y transitadas de nuestra ciudad, que comienza en laza de Santa Rita y finaliza en la Rambla. Antiguamente enlazaba con el puente que atravesaba el cauce y enlazaba con calle Paco Aquino. Quizá el ‘establecimiento’ más conocido de ella sea la sede de la Policía Municipal, aunque parece que por poco tiempo; y, cómo no, el popular kiosco 18 de Julio que hace esquina al final de la calle.
Poco más de esto conocen los almerienses de Santos Zárate Martínez. Pues bien, nació el día de Todos los Santos de 1830 en Quintanar de Ortuño, un pueblecito de Burgos, donde su padre ejercía como médico rural. Allí estudió el Bachillerato e ingresó joven en el sacerdocio.
El 17 de Marzo de 1887 fue nombrado Obispo de Almería. En sus 20 años de prelado mandó realizar dos obras por las que se le recuerda especialmente. La primera fue la iglesia parroquial de San Roque, en Pescadería, urbanizándose posteriormente el entorno con unas vistosas escalerillas que conducen directamente desde ella al Puerto Pesquero. Su segunda aportación al patrimonio eclesiástico almeriense fue el Palacio Episcopal, frente a la Catedral. También medió eficazmente ante la Administración para la construcción del ferrocarril Linares-Almería y la instalación en nuestra ciudad del Monte de Piedad y Caja de Ahorros, entidad benéfica en sus orígenes.
Se hallaba aún como máximo responsable de la Diócesis de Almería, cuando falleció repentinamente en el año 1906, a los 75 años de edad.