Ocho son los años que han pasado desde tu marcha, ocho años en los que jamás has dejado de estar en mis pensamientos, en mi fútbol, en la manera de amar y concebir este deporte.
Siempre te respeté mucho, te observé, aprendí de todos los consejos que me diste, y si soy algo en el mundo del fútbol te lo debo a ti. En realidad todo te lo debo a ti. Aún recuerdo el día que nos dejaste, a pocos metros jugaba el Almería un partido de la Segunda División. Recibía a la S.D. Eibar, ganamos 1-0. Ese estadio que vio su primer gol en partido oficial de tus botas, de tu fútbol, una tarde que el Almería recibía al Onteniente en la jornada inaugural de Liga.
Esta infinita pasión que siento por el fútbol forma parte de tu recuerdo, de tus enseñanzas, de tus sabias palabras. Nunca he conocido a nadie que le diera tanto al fútbol como le diste tú, siempre tan silencioso, siempre tan humilde.
Me hubiese gustado decirte que tienes un nieto, que se llama Israel, que en el pasillo de casa golpea el balón con mucho estilo, ese estilo que te hizo triunfar allaá donde fuiste en tu vida, tanto dentro de un terreno de juego representando a equipos de fútbol maravillosos como Real Madrid, Cádiz, Getafe, Real Burgos, A.D.Almería, Linares CF, Granada CF y el desaparecido Poli Ejido, como en tu vida personal y familiar siendo un esposo y padre ejemplar. Me hubiese gustado dedicarte este fin de semana un ascenso con el equipo que dirijo actualmente, y que perdimos por tan solo un gol. Me hubiese gustado no tener que escribir nunca estas letras, y decirte que no dejaré de trabajar en este deporte para que, allá donde estés, te sientas siempre orgulloso de mi.
PD: Este año se nos fue Floro, se que esta ahí contigo, y con Juan Gómez (Juanito)... Sé que estáis tratando bien el balón.