Dolores Berenguel Andújar
- La Voz
El pasado 15 de enero, a la edad de 94 años y tras una corta enfermedad, falleció la abuela Dolores, pionera de la Vega de Acá, donde en el cortijo ‘La Palmera’ nació, se crió y vivió toda su larga vida. Fue una trabajadora incansable, buena esposa, buena madre y siempre desviviéndose por sus tres queridos nietos, Lola, Juani y Jesús y, cómo no, por su yerno Paco que, juntos, han sabido recoger las semillas con el ejemplo que ella ha dado. Durante su estancia en esta vida no le ha faltado nada. Abuela Dolores, me dicen que le envíe a través de estas líneas un abrazo y así lo hago. Es de parte de Jandilla y Loli Burgos, que tanto la han querido y han cuidado en los últimos meses de su vida. Yo, el ‘Palomo’, como usted me llamaba durante 55 años y que tuve la suerte de conocerla, no la olvidaré nunca por muchas anécdotas ocurridas. Recuerdo los viajes que me tocaba llevarla a tomar las aguas en Marmolejo, junto a Lola (D.E.P) su única hija, que seguro se habrá reunido con ella en el cielo, dele un fuerte abrazo de mi parte y de Pepita. La echo mucho de menos. Todas las mañanas cuando a las 8, su yerno no podía, y me decía usted - Venga ‘Palomo’, llévame al cortijo que tengo que coger la hierba y aviar los animales. Siempre me daba unos cuantos huevos, criados con gallinas en el campo, que tanto gustaban en mi casa. No quiero cansarla más pero, por último, quiero decirle que su biznieto Pablito está muy guapo, ya anda y dice muchas palabras. Juani espera su segundo hijo. Pepita y yo, sin ser sus nietos, la hemos querido como a una insuperable abuela. Nos despedimos de usted hasta que, en un tiempo lejano, nos encontremos de nuevo donde el señor nos destine. Con todo nuestro amor, Diego ‘Palomo’ y Pepita.
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