La huella inolvidable de un hombre entregado al club

Tito Pedro

Blas Salmerón Reyes - Directivo de la U.D.Pavía

  • La Voz
Hay un viejo cantar que dice: -algo se muere en el alma cuando un amigo se va, dejando huellas profundas en el corazón, difíciles de olvidar-. Para mi no se ha ido, porque Blas estará siempre en mi alma y mi corazón. Me sobran razones para tenerlo presente, porque yo lo metí en este lío del fútbol y, la verdad, le doy gracias a Dios por iluminarme en el fichaje de Blas como directivo. No importa el cargo, acerté, ya que al poco tiempo ya se notaba su gestión. Este hombre demostró su eficacia, capacidad, entrega y dedicación por el club, la U.D. Pavía. Fue su norte y su guía, la razón de su existencia, pues le sacó de su vida anodina y se entregó por entero a su Club, el Club de sus amores. Que más puedo decir sino elegios de este obrero del Pavía. Se convirtió en un empecinado luchador de esos colores, verde y rojo, y en espejo modélico donde vimos a un Blas dando ejemplo de lucha y amor por su Club. Al sacar un duro por su Club en tiempos difíciles es cuando se ve la valía de un hombre, y Blás la demostró. Ahora descansa en paz, la paz que Dios le ofrece a hombres como él. Con lágrimas en los ojos te recordaré como aquel chiquillo grande con corazón y coraje de hombre. Los hombres desaparecen y sus obras quedan. Hemos luchado muchos años juntos, como verdaderos gladiadores, por hacer un Club grande que ha hecho historia en los anales del fútbol de Almería. ¡No vives, pero no estás muerto, porque serás inmortal, en todos los corazones que tu supiste ganar! ¡Hasta siempre compañero del alma! ¡Compañero! El Pavía te recordará siempre.