Recuerdo aquel domingo, 9 de mayo del año 2010, como el día en el cual mi vida dio un vuelco de 360 grados, llevándose consigo todas mis ganas de vivir. Alberto, mi hermano, fallecía en un trágico accidente de coche y me dejó el corazón vacío.
Hoy, 27 de octubre, cumpliría 28 hermosos años. Nació con un don por ser el quinto de seis hermanos, todos varones. Él siempre decía: “soy el cristiano perfecto”, y para mí lo es. Yo no he conocido a nadie que tuviera su peculiar gracia, aparte de amar a su familia y de ser muy madrero, amaba la música y le doy las gracias por haberme enseñado a sentirla a mi también.
Cuando escucho algunas de sus canciones favoritas, parece que le estoy viendo allí, en el sillón de mi casa con su guitarra, intentando tocar canciones de oído y diciéndole a mi otro hermano: “Vamos, Josele”.
Juntos formaron un grupo Heavy llamado ‘Omaxia’, con el que soñaban subir a un escenario. Le hubiera gustado empezar en las fiestas de nuestro barrio, El Alquián.
Con motivo de todo lo sucedido, nuestra familia y todos sus amigos organizamos cada año, por el mes de octubre, un homenaje al que bautizamos con el nombre de ‘Alberto Rock’.
Este es el tercer homenaje que te brindamos, y esperamos poder hacerlo durante muchos años mas, porque sé que donde quiera que estés, te estamos haciendo feliz.
Querido hermano, gracias por estos 25 años que hemos pasado juntos. Y no te preocupes, que yo me encargaré de tenerte presente, como a ti te gustaría: con la música.
¡Feliz Cumpleaños! Te quiero.