Joe Strummer murió hoy hace diez años sin que nadie se lo esperara. Con él se fue una de las personalidades del rock más importantes tras los años 60. Líder y fundador de The Clash, dio al punk marchamo de calidad por encima del fenómeno estético de los Sex Pistols. Prueba de ello es que su disco London Calling está entre cualquier antología de mejores LPs de la historia del rock. A las pocas semanas de su muerte sus muchos amigos de Almería le hicieron un improvisado homenaje en el bar de Jo, en el parque natural que Strummer descubrió durante el rodaje de ‘Directo al infierno’, de Alex Cox.
El líder de los Clash compró una casa en San José, donde pasaba grandes temporadas prácticamente de incógnito y cerca de su querida Granada de Federico, de ‘Spanish Bombs’ y de los 091. Esta relación de amor e historias durante esta etapa fueron dadas a conocer de forma exquisita por el documental De esta época poco documentada de la vida del que fuera líder de The Clash habla Quiero tener una ferretería en Andalucía, el documental “Quiero tener una ferretería en Andalucía”, realizada por Carles Prats y los almerienses Antonio Jesús García y Javier Navarrete.
Strummer nació con el nombre John Mellor en Ankara, Turquía el 21 de agosto de 1952. Su madre, nacida en Escocia, era enfermera y su padre, nacido en Lucknow, India, era un diplomático del servicio consular. La familia viajaba con asiduidad, por lo que Strummer vivió su infancia en varios países distintos. De joven, comenzó a interesarse por la música, especialmente el rock, escuchando a The Beatles, The Beach Boys y a Woody Guthrie. En 1975 Mellors escogió el seudónimo "Joe Strummer" para suplantar el que utilizaba hasta el momento, "Woody" Mellor, y le insistió a sus compañeros que lo llamaran así.
El nombre Strummer ("rasgueador" en inglés) aparentemente se refería a su rol de guitarrista rítmico de una manera despectiva. Strummer se unió a la banda que formaban Jones a la guitarra, Paul Simonon al bajo, Keith Levene como segunda guitarra y Terry Chimes a la batería. El nuevo grupo se llamó The Clash, nombre ideado por Simonon, e hizo su debut el 4 de julio de 1976, teloneando a los Sex Pistols. The Clash fue la banda musicalmente más diversa de la primera ola del punk y a la vez la más politizada de todas. Sus canciones, usualmente compuestas por Mick Jones y el propio Strummer, trataban temas como la decadencia social, el desempleo, el racismo, la brutalidad policial y la represión política y social.