Tú sabías que te irías pronto. Hasta incluso, a veces comentamos que quizás en momentos lo deseabas pero, tu recuerdo sigue aquí,con nosotros y el vacío que has dejado, es mucho más grande de lo que nunca pudiste imaginar.
Te fuiste sin hacer ruido, tranquila y dormida, como sé que habías querido hacerlo. Los últimos días no fueron buenos para ti y eso siempre lo llevaré conmigo, aunque sé que no sufriste en el momento de dejarnos. ¿Qué cómo nos dejaste?....Tristes, decepcionados, con sentimiento de culpa y enfadados con nosotros mismos por no haberte visitado más en los últimos tiempos, por no haberte dicho y demostrado lo mucho que te queremos (aunque sé que todo eso lo sabías). Nos dejaste hundidos con el único “consuelo” de saber que “tu viaje final” fue todo lo digno y bueno que siempre mereciste.
Hoy, Abueli, te sigo echando de menos y acordándome de ti a diario….. No ha pasado nada grave por lo que debas preocuparte: todos estamos bien, aunque seguro que, allá donde estés, nos tienes “vigilados y protegidos”. Te perdiste la Navidad…este año no ha sido como lo era siempre, faltabas tú, la Abueli, que, aunque no hacías mucho ruido y no comías mucho, nos dabas alegría y eras la piedra angular de tu familia, por mucho que renegásemos contigo, por mucho que te repitiéramos que no te soliviantaras, por mucho que alzáramos la voz para que nos oyeras…Por todas esas contestaciones “malas” que te hayamos dado, por eso y a pesar de ello siempre has sido y serás una madre querida, una suegra estupenda, una hermana ejemplar, una amiga encomiable y …..la Abueliperfecta. Has sido y serás una de esas personas que pasan por la vida dejando huella en los que te conocieron y en los que hemos tenido la suerte de formar parte de tu vida familiar.
¿Ha muerto Paquita Ruiz? ¿Cómo puede ser eso? ¡Con lo bien que estaba! Todos te hacíamos inmortal y, ¿Sabes, Abueli? Yo creo que lo eres de verdad. Tu cuerpo se ha ido, sí, pero tú, tu esencia y tu alma, sigue con nosotros y nos acompaña cada día hasta que nos volv,amos a ver porque, de sobra sé que nos estás buscando todas las comodidades para cuando nos reunamos contigo allá donde estés.
Cuídate y no te preocupes por nosotros más de lo necesario, ¿De acuerdo?. Descansa y vive la pazque ahora tienes y que mereces por toda una vida de lucha y entrega para los demás, porque has sido siempre buena con todos nosotros y lo sigues siendo. No hay día que no te nombremos aunque sea para recordar alguno de tus consejillos que nos han ayudado a ser personas buenas. ¡Hasta siempre, Abueli! Siempre en nuestro corazón y en nuestra mente.
Tu familia, que te quiere.