El día 1 de diciembre de 2012 se nos “fue como del rayo” María José Illescas Sánchez, natural de Yegen y residente en Almería por vocación y voluntad. Aquí se vino para estar pegadita a su familia y para regalarnos su amistad.
María José era una persona, “en el buen sentido de la palabra, buena”. En ella no se desgastaba el significado de las palabras. En sus relaciones familiares ejercía como hermana y tía hasta lo más profundo. En sus relaciones personales era amiga, confidencial en sus “illescadas”, sincera, prudente, sabía escuchar, sabía decir “te quiero” y lanzar sus besos al aire, y dar abrazos llenos de ternura y protección. A quienes nos hemos sentido queridos por ella nos hacía sentir un punto especiales, agradecidos y agraciados por su amistad.
En sus relaciones profesionales, era compañera sincera, generosa. Con sus alumnos, profesora de las grandes, siempre dispuesta a “cogerlos de la mano y tirar de ellos”. Sabía que su trabajo, profesora de Lengua y Literatura, era intentar hacerlos más libres a través del conocimiento. Era capaz de buscar un título de lectura para cada uno de los alumnos de un grupo y acertar, a partir de ahí ya estaban conquistados.
Hoy, Día del Libro, el recuerdo es muy especial. El libro para ella era el compañero de viaje, su medida del tiempo, síntoma de buena salud; era el regalo más deseado; era el viaje a los lugares que jamás visitaría; era la conversación con unos personajes que de otra manera no habría conocido. Era muy respetuosa con los clásicos, con la novela del XIX y con su Josefina Aldecoa, y con Javier Marías, y con Martín Garzo... No se dejaba llevar por las modas ni por las listas de más vendidos. Estaba abierta, sin embargo, a lo nuevo, pero con paciencia; dejaba reposar los títulos y si, pasado el tiempo, sobrevivían, era el momento de adquirirlos. Si te decía “tienes que leer tal libro”, o “tienes que conocer a tal autor”, no lo cuestionabas, sabías que con seguridad había acertado.
Cuando “emprendió el último viaje” la despedimos con Machado y días después, en su centro de trabajo, el IES Nicolás Salmerón y Alonso, todo el alumnado con sus respectivos profesores leyó en la intimidad del aula el poema ‘Ítaca’ de Kavafis. Recordemos algunos de esos versos y con ellos a María José en este Día del Libro:
Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca
debes rogar que el viaje sea largo,
lleno de peripecias, lleno de experiencias. […]
Mas no hagas con prisas tu camino;
mejor será que dure muchos años,
y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,
rico de cuanto habrás ganado en el camino.