El montañero ruso Alexei Bolotov, uno de los nombres más respetados en el mundo de la alta montaña a nivel internacional, falleció ayer en el Everest, tras romperse su cuerda contra el filo de una roca a una altura aproximada de 5.600 metros, mientras ascendía junto a Denis Urubko. Ambos intentaban unir una nueva ruta en la montaña más alta del mundo, de 8.848 metros, en la cara suroeste y en estado alpino, es decir, sin sherpas y sin oxígeno.
Alexey Bolotov nació en 1963 en los Urales, y en su larga carrera alpinística había conseguido dos Piolets d’Or, máximo galardón que concede el alpinismo, por su escalada en la cara oeste del Makalu en el año 1998, y por la apertura en el Jannu norte en 2004. También fue aperturista en 2007 de la ruta rusa en la cara oeste del K2, entre otras muchas grandes actividades, y compartió el intento de rescate de Iñaki Ochoa de Olza en el Annapurna junto a su actual compañero de cordada Denis Urubko.
Ingeniero metalúrgico, observaba un currículo tan impresionante como desapercibido para los no iniciados: “Yo vivo de mi trabajo, el alpinismo es un pasatiempo y no busco la fama”, aseguraba.
“No sé como transmitir esto... Hoy 15 de mayo a las 5:00, Alexey Bolotov iba a descender por una cuerda... En la arista de una roca afilada se ha deshilachado, y Alexey ha caído 300 metros por un barranco lleno de rocas... La muerte ha sido instantánea”, de esta forma informó su compañero, Denis Urubko en una página web dedicada al montañismo la triste noticia.
Alexey Bolotov participó en el intento de rescate del vasco Iñaki Ochoa de Olza en en el Annapurna, en 2008, un hecho que luego quedó plasmado en el impresionante documental ‘Pura vida’. Formaba equipo junto a Iñaki Ochoa de Olza y Horia Colibasanu.
Enfermo, Iñaki renunció camino de la cima. Horia lo acompañó. Bolotov siguió sin compañía. Al volver al último campo de altura tras hacer cumbre, Bolotov, con un edema pulmonar, tuvo que descender para salvar la vida, pero al saber que Iñaki nunca bajaría sin ayuda, regresó.