Miguel Vega de la Cruz, conocido con el nombre artístico de El Niño Miguel, falleció el pasado jueves 23 de mayo a los 61 años de edad, en el hospital Juan Ramón Jiménez, de Huelva, donde estaba ingresado hacía un mes aquejado de neumonía y problemas intestinales.
El Niño Miguel estaba considerado en los años 70 como uno de los grandes intérpretes del flamenco. Su adicción a las drogas le hizo abandonar una carrera artística que se le presentaba llena de éxitos por su arte creativo e innovador. Descontrolado por sus problemas personales, con frecuencia se le veía deambular por las calles de Huelva, acompañado siempre de su guitarra, regalando a los onubenses la belleza y maestría de una música que interpretaba a veces con tan sólo tres cuerdas. En el año 2010 ingresó en el centro residencial y asistencial Monte Jara, en Tharsis (Huelva), para ser tratado de su enfermedad y logró recuperarse, lo que posibilitó su reincorporación al mundo de la música en noviembre del 2011 con un espectáculo que ofreció en el Teatro Central de Sevilla en el que consiguió colgar el cartel de ‘No hay billetes’.
El Niño Miguel nació en Huelva en el año de 1952. Pero era un onubense de circunstancias. Su padre, Miguel ‘El Tomate’, casado y con hijos en La Chanca, se fugó con una joven y la pareja recaló en Huelva. Fruto de la pareja nació Miguel. Era, pues, un ‘Tomate’ por los cuatro costados, y tío de Tomatito y Niño Josele.
Llegó a grabar con Universal dos discos en los años 70: ‘La guitarra del Niño Miguel’ y ‘Diferente’, con los que revolucionó el panorama guitarrístico. El contrato preveía cuatro grabaciones, pero pronto empezaron a surgir los problemas personales y lo que era una gran proyecto musical se quedó ahí. Ambos discos fueron reeditados en 1999 bajo el título de ‘Grabaciones históricas. El flamenco es universal. Niño Miguel’. Su concepción de la bulería sorprendió tanto a Paco de Lucía, que fue éste quien lo llevó a la casa discográfica para que grabara los discos.
Aprendió a tocar junto a su padre y siendo un niño ya acompañaba a primeras figuras del cante. Obtuvo en 1973 el premio de honor del Concurso Nacional de Guitarra de la peña Los Cernícalos, de Jerez, y TVE le dedicó un especial en el programa ‘Raíces’. En 1982 acompañó a Enrique Morente en su disco ‘Sacromonte’ y llegó a participar en la III Bienal de Sevilla.