A mi padre, hombre bueno y cabal

José Escamilla Montoya

  • La Voz
Papá, al irte el día 30 de junio, después de una larga enfermedad en la que estuviste en silencio con nosotros, especialmente con la mamá, tu compañera de toda la vida, que te cuidó y quiso hasta el último instante; te quiero decir que tu muerte se lleva todo lo que no fue, pero nosotros nos quedamos con lo que tuvimos, tu recuerdo. Morir es lo más normal como el amor, la diferencia reside en que el morir lo sufren la gente que te quiere y el amar te hace sufrir a tí mismo. Son la doble cara de la misma moneda. Recordarte, papá, es el mejor modo de olvidar tu muerte, y estarás presente siempre en nuestros corazones por tu amabilidad, respeto, amor, bondad y solidaridad; es verdad que te adelantaste pero allá vamos todos. En tu recuerdo, mañana lunes 22 de julio celebraremos una misa en la Capilla de la Residencia ‘Virgen de la Esperanza’ (Vega de Acá) a las 17,30 horas, residencia donde estuviste los tres últimos años de tu vida y en la que te ganaste la simpatía de todo el personal, al cual le agradecemos su espíritu de servicio y su trabajo abnegado.