El escultor de Velez-Rubio Miguel Llamas falleció en la noche del pasado miércoles. La familia ha trasladado sus restos a su localidad natal, donde encontrarán el reposo.
Miguel Llamas estudió Historia del Arte y en la Escuela de Artes y Oficios de Murcia mientras desarrollaba diversos trabajos. No obstante, se consideró autodidacta. Algunas de sus grandes obras están repartidas por Murcia y también en Alicante y Almería. Otros trabajos suyos se pueden contemplar en centros oficiales, públicos y privados.
Memoria El alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara, mostró ayer su pesar por el fallecimiento del artista, a quien los murcianos “siempre guardaremos en nuestra memoria a través de su obra”. Cámara ha recordado la gran valía artística y personal de Llamas, cuyas esculturas se pueden contemplar en distintos enclaves de la ciudad y de las pedanías.
Entre ellas, destaca el Monumento al Entierro de la Sardina, inaugurado en el año 2007, en el río Segura a su paso por Murcia, entre el Puente Viejo y la Pasarela Miguel Caballero, y frente al Ayuntamiento. Pero no es este el único trabajo que el escultor almeriense, natural de Vélez-Rubio, ha dejado en Murcia. Uno de los más recientes fue su obra con ocasión del centenario del Colegio de Enfermería, que desde 2010 se puede contemplar en el acceso al Hospital Reina Sofía.
Además está ‘El Génesis’, inaugurado en Espinardo cinco años antes. Sendos homenajes al Carnaval de Cabezo de Torres y a la Tuna, en San Basilio, son otros monumentos que llevan el sello de autor de Miguel Llamas.
Exposiciones A lo largo de su trayectoria profesional participó en numerosas exposiciones individuales y colectivas. Aunque siempre se consideró autodidacta, Llamas asistió a la Escuela de Artes y Oficios de Murcia y trabajó en el taller de escultura de José Planes. También cursó estudios en la facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Murcia, en la especialidad de Arte.
Entre los proyectos en que participó, se cuenta, por ejemplo, la exposición colectiva junto a los pintores Pedro Cano, Antonio Martínez Mengual y Antonio Martínez Bautista en el Claustro de la Facultad de Derecho de la Universidad de Murcia.
En su tierra natal también organizó y participó en numerosas exposiciones individuales y colectivas, siendo el autor del monumento-homenaje a la sabina milenaria de Chirivel, ubicado en el Jardín Botánico de María.