El Banco de Alimentos de Almería ha perdido un trozo de su corazón. Antonio Bonel falleció en la noche del jueves a los 82 años y la institución no puede evitar la tristeza por la marcha de uno de sus mayores impulsores en los últimos años. Su fuerza, su trabajo, su alegría y su dedicación a los demás consiguieron que el Banco cruzara fronteras y llegara a todos los municipios de la provincia y a más voluntarios y colectivos.
Como una familia Pero la tristeza se convierte en agradecimiento para los voluntarios del Banco de Alimentos por haber podido conocer a un gran hombre que dejó su huella en la provincia, a donde llegó hace pocos años casi por suerte. Y la suerte le hizo también entrar a formar parte de la gran familia del Banco que adoptó como suya propia.
El relato de su vida era apasionante y con esa pasión en sus pequeños ojos recordaba anécdotas o hablaba de sus hijos y nietos. Nacido en Barcelona, Antonio vivió la mayor parte de su vida en Suecia. Su enorme inteligencia y capacidad de trabajo le valieron un gran éxito profesional en diversas empresas y dirigió grandes operaciones y amplios equipos humanos.
De vuelta a España ya jubilado, vivió unos años en Madrid y volvió a cosechar el éxito en todas las actividades que se propuso. Hace unos años llegó a Almería sin saber que se quedaría aquí para dar un impulso al Banco de Alimentos de la provincia.
Aterrizó finalmente en Aguadulce, en la zona de El Pocico, donde disfrutaba de las vistas al mar y de lospaseos en la playa. Pero el trabajo no finalizó para él, ya que hace cuatro años comenzó su labor como voluntario en el Banco de Alimentos. Volcó su experiencia en organización empresarial para mejorar la eficiencia del trabajo del Banco, del que se benefician más de 200 colectivos en toda la provincia.
A Antonio Bonel le gustaba recordar a todos que el Banco de Alimentos “es el banco de todos los almerienses”, sin distinciones de religión, raza o procedencia, y desde su mesa organizaba campañas, captaba voluntarios, solucionaba problemas, ideaba métodos... Pero a su vez, también recorría los establecimientos y asistía a las reuniones sobre la Gran Recogida de Alimentos que se celebraban en Sevilla por la Federación de Bancos de Alimentos.
Gran Recogida Como jefe de esta campaña anual, que se celebra a finales de año, consiguió un éxito sin precedentes y llevó la labor del Banco por toda Almería. Incluso pudo presenciar con satisfacción la entrega de la Medalla de Oro de la Provincia a la institución dirigida por Juan Azorín.
En la familia Azorín encontró otra familia y el presidente ha destacado siempre en él su entrega, achacándole la proyección que ha alcanzado la campaña en los últimos años.
Sobre Antonio resalta también Juan Azorín su valía como persona, su gran bondad, su generosidad y su apoyo. Fue ejemplo para todos de trabajo bien hecho sin descanso ni derrotismos.
Gracias por haberme dado la oportunidad de conocerte, Antonio, tu huella queda en el Banco y en nosotros.